sábado, 2 de mayo de 2009

Abril 2009: México y el nuevo virus

La película aquella de Exterminio considerada por algunos una excelente trama realmente nunca me gustó. Y no porque no me gustara el tema de una pandemia sino por la calidad de la trama y los finales tan (en mi opinión) incompletos de la primera y segunda entrega.
De mejor desarrollo fue para mi "Soy Leyenda" con el conocido Will Smith.
En cualquier caso jamás pensé ver algo así en mi hermosa ciudad, en mi bello país.
Pero a raíz del aviso del Secretario de Seguridad y luego los subsiguientes anuncios del Presidente buena parte de la población entró en un estado de precaución y otros muchos más en pánico.
Las clases populares de la ciudad como que no le han dado importancia de más al tema. Se ponen el cubrebocas y ya estuvo. Los vagoneros del metro ya volvieron a aparecer con y sin tapabocas. Los ambulantes de las calles como que se animan y como que no. Preguntan al vecino si es cierto. Las fuentes de información son La Prensa, El Universal Gráfico y El Metro. Todo sigue casi igual.
Las clases medias un poco más precavidas leen, consultan y se mantienen al tanto de las noticias en Internet, en las tendenciosas cadenas de TV que tenemos (Televisa y Azteca). La vida sigue también.
Las clases altas parecen más vulnerables al aviso. Han aprovechado estos días de sitio para irse a sus casas de Cuernavaca, Querétaro, Acapulco y otras más se han encerrado a piedra y lodo hasta donde es posible.
Los que pueden tratar de salir del país. Pues como que la vida no los sigue sino que ellos siguen a la vida.
Como sea, abril de 2009 quedará en la mente y en la historia de todos los mexicanos.
Jamás una situación como esta había estado rodeada de tanta confusión.
Y mira que hemos vivido cosas fuertes como el terremoto del 85, las super explosiones de San Juanico, 70 años de gobierno PRIista, ya casi dos sexenios PANistas, un megaplantón PRDista, un secuestrador mocha orjeas, narcos desatados corta cabezas, brotes de cólera, riñas de Emos y Punks, más de 2000 abortos legalizados, microbuseros gandallas y hasta mata viejitas.
Ya comenzaron a circular versiones de conspiración de si todo es una cortina de humo. Y, como en el 11S de los Estados Unidos déjenme decirles que hay argumentos fuertes para considerar el punto.
Quien en estos días piense con horror "¿Pero a poco tú crees que un gobierno iba a hacer algo así?" debe recordar el enorme circo que comenzó el 11 de septiembre de 2001 y ha venido medio terminando hasta apenas con la llegada del señor Obama y que ha costado cientos de muertes de ciudadanos, soldados, téstigos y personas que sabían al parecer cosas que no tenían. Todos ellos sacrificados en aras de una lucha anti-terrorismo inculcada, sembrada y basada en la teoría del miedo que solo trajo ganancias a las clases adineradas de la gestión Bush, Laden y afiliados internacionales incluso dentro de la ONU.
Pero por el momento nos reservamos el derecho de la duda de lo que pasa en nuestro país mientras que en medio del pánico nuestros inútiles diputados aprobaron en medio del desorden dos leyes importantes: El derecho de portar drogas para uso personal (ahora si, todos a darse las tres con permiso legal) y la Autoridad de la Policias Mexicanas para intervenir teléfonos y correos electrónicos en aras de investigación. Del mismo modo hacer cateos sin orden previa. Detener a civiles sospechosos sin orden previa. Mantenerlos retenidos todo el tiempo que sea necesario en aras de la investigación. Eso si, respetando los Derechos Humanos de los inculpados para que no anden de chillones.
Cancelaron cines, teatros, restaurantes y hasta cultos religiosos. Toda actividad social se vio minada. Pero eso si, ¡No se nos olvide que sigue la invitación a votar el 5 de julio! Muera quien se muera con la influenza y por arbitrarias que sean las Leyes aprobadas el dedo no lo quitan del renglón: Vota, vota, vota.
Creo que el virus existe y me uno a las condolencias de las víctimas reales de este sorpresivo mal que nos atacó a los mexicanos esta vez. Creo que debemos tomar medidas de acción para no ser focos de infección ni de propagación del virus. Creo que la vida sigue. Debe seguir.
Creo que debemos de cuidarnos del virus de la ignorancia que mucha gente (de todos los niveles y jerarquías) suele diseminar también en momentos como este. Un ojo al gato y otro al garabato decimos aquí.
México sigue en pie mundo. Estamos aquí. Con el rechazo de algunos dentro y fuera; con el intento de pasarse de listos de otros dentro y fuera; con temblores y epidemias pero seguimos y seguiremos aquí.
Somo México. Somos un pueblo fuerte. La vida sigue. Esto pasará y será un recuerdo de todos.
Dios bendiga a mi México lindo y querido.
Seguimos aquí. La vida es bella.

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