Si, está escrito en tiempo pretérito. No porque la masacre de los 43 estudiantes haya sido aclarada o concluida con justicia. No porque México disfrute ahora de un mejor sistema político o una renovada clase burócrata que vele de manera apasionada por el bienestar de los ciudadanos.
Está escrito en pasado porque luego de un par de meses luego de esa gloriosa marcha del 20 de noviembre de 2014 parece que la Nación finalmente ha sucumbido a la indiferencia, a la resignación y a la apatía cínica de sus gobernantes que hicieron caso absoluto al "ya supérenlo" para omitir cumplir con sus responsabilidades ante el pueblo que gobiernan. Al mismo tiempo, los empresarios también cumplieron su parte anunciando como "tragedia económica" el resultado de la manifestación democrática de los consumidores. Evidente fue que para la CANACO y otras organizaciones de empresarios es más tolerable el comercio ambulante que el clamor de justicia de la Nación. Eso si: Cuando son víctimas de extorsiones o pago por derecho de piso entonces también presionan y exigen garantías.
Pareciera que con el escueto anuncio que hizo la Procuraduría General de la República en diciembre pasado sobre que se encontraron algunos restos de uno de los cuarenta y tres entre los restos analizados del tiradero de Colula fue suficiente para que para mucha gente el caso estuviera cerrado, resuelto.
Llegaron las fechas decembrinas y todos corrimos al cobijo de nuestras propias familias (lo cual es justo, lindo y necesario) aunque pasando de lado que hace unos meses atrás estábamos apoyando a otras familias con hijos desaparecidos. ¿El ritmo de las compras y la cena navideña hicieron que olvidáramos a los 43 de Ayotzinapa? Pienso que no. Más bien, fue la suma de ello y de darse cuenta que enfrentamos a un sistema de Gobierno tan enormemente corrupto e injusto que se cierne poderoso sobre cada uno de nosotros de una manera casi omnipotente y omnipresente. Darnos cuenta que las Instituciones encargadas de la justicia y la ley exoneraron a Raúl Salinas de Gortari nombrándolo "inocente" y además, exigiendo por Ley que todas sus propiedades y cuentas bancarias incautadas fueran liberadas y devueltas.
Darnos cuenta que la alerta de Género ha ido negada en el Estado de México pese a las más de mil desapariciones de niñas y jovencitas durante todo el 2014 mientras se autoriza la construcción de una escultura bizarra e inútil para los Mexiquenses como el mal llamado "Guerrero Chimal".
Curiosamente el fantasma de 1968 sigue causando las mismas reacciones en los Mexicanos: A una buena parte despierta en sus conciencias en búsqueda de un México mejor y al mismo tiempo despierta ese cobarde analítico que se dedica a largas reflexiones sobre si es necesario, sobre si es oportuno o no actuar de una manera más radical y decidida para terminar las injusticias de nuestro país.
Porque tan malo es el radicalismo de quienes todo lo quieren resolver a balazos como de quienes todo lo quieren tratar con eternas reflexiones y creación de estrategias "adecuadas" que "un día" (nadie sabe cuándo) surtirán efecto echando sobre las futuras generaciones la responsabilidad que solo les correspondía a ellos.
Para quienes se alzaron en armas cansados de abusos de los criminales ante la indiferencia de las autoridades, el Gobierno solo tuvo una respuesta: Desarmarlos y enviarlos a la cárcel. El Gobierno se mostró más preocupado entonces por aplicar "el estado de Derecho" que aplicar la justicia para el pueblo. La preocupación del Gobierno ante el levantamiento de grupos ciudadanos armados no fue atacar las causas de raíz que permitieran castigar a los criminales responsables y devolver la paz y tranquilidad a los pueblos. La máxima preocupación del Gobierno fue que esos civiles armados no se siguieran organizando de tal modo que 1910 volviera a repetirse y entonces al mediano o largo plazo la estructura de poder gubernamental fuera expuesta y, posiblemente, derrocada.
De una manera cínica y vergonzosa, se lanzaron a aplicar letra por letra y renglón por renglón la Ley a cada civil armado en genuina autodefensa mientras hicieron caso omiso de lo mismo para con los Gobernadores coludidos y los mandos militares y policíacos según esto, por falta de pruebas o por el pago de millonarios amparos que confirman que en México quien tiene dinero puede comprar a la Ley a placer.
Mireles e Hipólito están ambos enfrentando cargos y juicios en penales de alta seguridad mientras Cervando "La Tuta" sigue libre y haciendo públicos sus vídeos mientras Castillo y todo su grupo de amigos y compadres se hacen dueños del Estado de Michoacán que ahora no recibe la extorsión de los Templarios sino de los encapuchados que laboran bajo las instrucciones del mismo Castillo bajo el nombre pomposo de "policía rural". Organizaciones civiles y los mismos autodefensas han señalado que en efecto, Michoacán está bajo un peor asedio desde la llegada del operativo Gubernamental que antes de ello. ¿Cómo puede ser? Solo en México pasan cosas tan bizarras como eso.
Para quienes no tomaron un arma pero podían levantarse en armas o al menos despertar de su letargo mental y soltar el cepo fue lanzada de nuevo la campaña exitosa del miedo: "Mejor vamos a reflexionar", "Mejor vamos a cambiar desde dentro", "No hagas marchas, mejor piensa en un plan de mejora", "No protestes, mejor ponte a trabajar", "Vamos a cambiar primero desde dentro", "No actúes. Siéntate a hacer un plan", "Una revolución no nos conviene", "Mejor jodidos pero en paz", "Vas a perder todo lo que tienes si inicia una revolución", "Vas a perder tu empleo si sigues apoyando esas protestas", "Piensa en tus hijos", "Vas a truncar tu carrera por andar de revoltoso", "Ya solo te falta un semestre y lo vas a perder por andar de mitotero", "Las cosas nunca van a cambiar", "¿Qué ganas con marchar y protestar?", "Obrador está detrás de las marchas", "Los Comunistas están queriendo desestabilizar al país", "El Ejército gringo nos quiere invadir", "Ya me cansé", "No se puede dejar de vivir", "Ya supérenlo" y cuanto argumento más pueda añadirse.
A los que actuaron, los neutralizaron agresivamente. La criminalización de la protesta, la represión monstruosa, el encarcelamiento "apegado a Derecho".
A los que no actuaron pero comenzaban a pensar, los neutralizaron pasivamente. Amenazas de perder el empleo, la escuela, sus comodidades, sus propiedades, la "paz".
Y llegó diciembre y todos los diputados y senadores se autorizaron millones de pesos en aguinaldos y compensaciones por "su trabajo". Dieron carpetazo a leyes y reformas pendientes mientras se lanzaron con sus familias de vacaciones a Europa. Claro, para ellos Acapulco, Cancún y cualquier lugar del país no es destino. Con el dinero que se roban, París y Londres son mejores opciones de turismo mientras los Capitalinos se sienten felices y modernos con una pista de hielo en el Zócalo que el GDF si permite, autoriza y acondiciona para acceso público mientras otros días lo restringe y reprime.
El fingimiento político e institucional continúa y la SCJN tiene nuevos Magistrados a modo y con conexiones clave con partidos dominantes (además de sueldos escandalosos) lo cual desde ya anuncia una burla al supuesto México democrático que se anuncia en los medios internacionales pero que al interior nadie cree y todos saben es inexistente.
Los empresarios siguen haciendo de las suyas con contratos de 2 o 3 meses que se renuevan constantemente para no crear antigüedad ni dar derecho a un aguinaldo o liquidación conforme la Ley Laboral del Trabajo. Siguen despidiendo a 5 personas y delegando ese mismo trabajo y metas de producción en 1 o 2 personas para ahorrarse aportaciones patronales. Siguen forzando a horarios extras sin paga adicional y sin descanso en aras del "vamos a echarle ganas". Siguen ofreciendo salarios pobres en jornadas de un solo día de descanso (a la semana y dispuestos a trabajar bajo presión). Siguen heredando gerencias y direcciones a sus hijos y familiares incompetentes mientras personal capaz y con antigüedad sigue sin poder aspirar a un ascenso o de menos a un aumento de sueldo. "Es que la situación está difícil" le dicen a sus Gerentes de RH que respondan a los empleados si llegan a quejarse o solicitar mejoras. "Y si no te gusta pues ya sabes" es la frase más radical y egoísta que el sistema conoce para amedrentar a quienes se atrevan a retar ese mini gobierno mexicano que también se materializa en muchas de las empresas mexicanas bajo el cobijo de las Instituciones Laborales mientras sus empleados viajan entre 2 o 3 horas todos los días en transporte saturado, en mal estado, librando asaltantes y acompañados de gente tensa, neurótica y también mal pagada para llegar a las entrañas de esas emulaciones de Gobierno en versión mini que se compensan comprando en abonos chiquitos pantallas de LCD que no necesitan para ver partidos de futbol que no les benefician o comprando diarios cafecitos de caramelo con macchiato que les drenan la cartera mientras le piden descuento a la indígena que les ofrece mejores alegrías y amaranto con mayores cantidades de calcio y nutrientes que esos azucarados brebajes fashion.
Si, esos empresarios comprometidos y esforzados que nos presumen en comerciales de radio que son el motor de la nación y nos invitan a nombrarnos "Pepe y Toño". Los mismos que criminalizan la protesta social y cuya mayor aspiración es producir dinero. Los mismos que dicen que aprobar un aumento del salario mínimo podría ser "fatal", "dañino" a la economía nacional pero que aprueban al mismo tiempo mayores presupuestos para apoyos financieros a la PYMES y destruyen el medio ambiente despojando etnias, familias y recursos naturales para crear "más empleos". Si hay que ponerse del lado de un Gobierno injusto y violento pero asegurar la producción, entonces hay que ponerse. Total, por cada empleado que se va hay como diez más que quieren entrar y por un salario menor.
El ala más endeble de la nación la componen esos pobres y ciegos ciudadanos que rozan entre lo positivo y lo ingenuo. Sus frases predilectas son "Yo por eso no veo noticias", "Gracias a Dios a mi no me ha pasado" y "Yo por eso soy feliz".
Lo que pase alrededor de sus esferas personales e individuales les es extraño, no interesante, indispensable.
No está mal ser feliz. Nunca lo será.
Sin embargo, no se puede vivir tan indiferente al dolor ajeno.
Viven la vida de fiesta en fiesta en una curiosa neurosis de adicción al sentirse bien.
Así como es terrible enfocarse solo en lo malo de la vida, es nocivo también eludir el dolor, la tristeza y la muerte. No puede pensarse en el "hasta que no me suceda no me interesa".
Cierto, no podemos dejar de celebrar Navidad, ni Año Nuevo, ni los cumpleaños, ni la vida ni ninguna otra de las hermosas cosas que la vida nos brinda cada día por estar pensando en los 43 de Ayotzinapa. Eso tampoco sería sano, cuerdo ni adecuado. Se requiere valor y equilibrio para vivir nuestras propias vidas sin olvidar que compartimos espacio, tiempo y forma con otras vidas. Con cientos de vidas que han dejado de ser, con cientos de desaparecidos, con cientos de secuestrados, con cientos de personas que en silencio y sin tanto micrófono hacen de este un mejor país no solo en cuestión de dinero sino en cuestión de valores, de cultura, de arte, de sociedad, de intelecto, de genuina civilidad.
Desconozco cuántos años pasarán de nuevo para que la sociedad entera pueda volver a unirse y organizarse de manera autónoma e independiente hombro con hombro y mente con mente como sucedió en 1910, 1968, 1985, 2000 y ahora el pasado 20 de noviembre de 2014 para levantarse no por un Partido Político, una selección de Futbol o un concierto sino por el bien común de todos los que somos y formamos este grande y hermoso país en donde todos somos, todos fuimos Ayotzinapa.
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