domingo, 16 de noviembre de 2014

Un historial de masacres en México


Cuando la resignación plena parecía haberse instalado en el corazón de México luego de 12 años de pésimos sexenios panistas (encargados de llevar al país a un momento trágicamente sin precedentes cuando tuvieron la oportunidad de llevarlo a un enorme punto de desarrollo) y la imposición de un regreso no deseado del PRI, ha sido uno de entre más de cien casos similares el que pudo despertar la conciencia colectiva que recuerda a todos los mexicanos y ciudadanos del mundo que no, no es normal, no puede ser normal lo que en México ya habíamos aceptado precisamente así como "normal": La violencia y desaparición de personas sin que ninguna autoridad diera cuentas o se hiciera responsable y además dejando en completa impunidad a los autores materiales o intelectuales de actos tan brutales y salvajes que  años atrás solo hubieran sido aceptados en la mente de algún cineasta de cine gore pero nunca tolerados en algún país europeo.

La muerte de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero logró lo que la muerte de más de 60,000 personas (según las versiones oficiales aunque ciertamente han sido más) en tiempos del trágico sexenio panista de Felipe Calderón no pudieron. Los medios internacionales se han volcado hacia México mostrando sorpresa por la barbarie con que un grupo de estudiantes fueron agredidos y entregados por policías nada más ni menos que en manos de peligrosos criminales que los golpearon, torturaron y remataron su brutalidad en dos actos aún sin aclarar del todo pero que se resumen en dos acciones:

1. Desollaron el rostro del estudiante Julio Cesar Mondragón (uno de los detenidos y desaparecidos durante el operativo policíaco) mientras él aún estaba vivo y lo dejaron expuesto y visible como un abierto mensaje de intimidación. Mostramos la imagen a continuación no con fines de morbo sino porque es una foto que poco se hizo circular en los medios oficiales y la TV y que incluso medios internacionales desconocen pero que daba cuenta ya del posible trágico destino del resto de los estudiantes.

2. El resto de 43 estudiantes no ha vuelto a ser visto y el conocido sacerdote católico Solalinde había presentado declaración en los medios acerca de que contactos cercanos le habían compartido que los estudiantes ya habían sido asesinados de una forma brutal: Quemados vivos luego de ser torturados y finalmente arrojados a una o varias fosas clandestinas.
Estas declaraciones de Solalinde fueron hechas muchos casi un mes antes de que el Procurador cansado Murillo Karam confirmara las versiones oficiales. Todos los hechos anteriores bajo instrucciones de quien se supone tenía que velar por los ciudadanos que una vez le dieron su voto "democrático" y pese a la evidencia de que el Gobernador Abarca tenía fuertes antecedentes criminales que eran de conocimiento de las más altas autoridades nacionales.

De manera casi simultánea, en Tlatlaya (también en el Estado de Guerrero) el 30 septiembre de 2014 sucedió la muerte de 22 civiles de una manera igualmente brutal pero de manera escandalosa por haber muerto en manos de miembros del Ejército que, finalmente, terminaron coludidos también con grupos criminales.
Al igual que otras ejecuciones masivas desde que la absurda "guerra contra el narco" inició en el sexenio del infame Calderón, esta masacre de Tlatlaya fue disfrazada de enfrentamiento contra las fuerzas militares de modo que pudiera justificarse así el exterminio de tanta gente sin causar revuelo en la sociedad.

Aunque los civiles ya se habían rendido y de hecho estaban ya bajo custodia de un grupo militar, en menos de 3 horas los miembros del Ejército se dieron a la tarea de torturar a los detenidos y luego, en el fragor de la violencia y el aparente anonimato, ejecutar uno por uno a las 22 personas disparándoles de forma directa y violando diversos protocolos de uso de la fuerza. Acto seguido, colocan los cadáveres de tal manera que pareciera que habían sido abatidos en medio de un tiroteo y les siembran armas para darle más credibilidad a la masacre.

Sin embargo, análisis periciales ajenos a los peritos estatales dieron cuenta de una serie de anomalías en el lugar de los hechos. La acción periodística de varias agencias nacionales e internacionales dan cuenta de lo sucedido y que se asemeja mucho a lo sucedido en Ayotzinapa: Fuerzas de seguridad institucionales están/estaban coludidas con grupos criminales y ejecutan a los civiles bajo instrucciones.

El caso Tlatlaya fue rapidamente minimizado y sacado de los medios a nivel nacional por afectar la imagen de una de las Instituciones nacionales más favorecidas económica y mediaticamente desde la lamentable "guerra contra el narco" de Felipe Calderón y también reforzada desde el regreso del PRI a la presidencia.
Lo cierto es que el caso Tlatlaya fue terrible por muchas causas:
  1. Los 22 civiles asesinados habían sido previamente secuestrados por grupos criminales y reclutados a la fuerza para participar de actos ilícitos bajo amenaza de muerte de ellos o de sus familiares. Bajo esa premisa ¿quien puede negarse a ser reclutado?
  2. El secuestro de los 22 civiles fue plenamente ignorado en su momento por las autoridades estatales quienes nunca dieron seguimiento ni con el paradero de todas las personas secuestradas y forzadas a ser parte de grupos criminales. Largas al asunto e indiferencia era la única respuesta que los familiares recibían.
  3. Cuando el grupo criminal decide deshacerse de sus 22 reclutados a la fuerza, los manda a reforzar patrullajes clandestinos en la zona y es entonces cuando sucede el primer encuentro con los soldados. Debido al hermetismo oficial, es imposible conocer si como en el caso Ayotzinapa todo estaba planeado en una llamada entre delincuentes y fuerzas oficiales pero lo cierto es que los 22 civiles son detenidos y sometidos (debido a su falta de pericia con las armas y su nula formación en estrategias de combate -recordar que fueron reclutados a la fuerza-) por los soldados. Los 22 civiles estaban prácticamente sometidos y lo que procedía era que tenían que ser presentados a la agencia del Ministerio Público más cercano a manos de policías estatales conforme procedimiento donde se les impondrían cargos y procesados para finalmente ser encarcelados.
  4. No obstante, no sucede así y los militares deciden trasladar a los 22 civiles a una bodega abandonada y comenzar a torturarlos. Por causas aún desconocidas, los soldados deciden que lo mejor es terminar con la vida de los 22 y entonces comienzan a ejecutarlos uno por uno. Crean luego todo un escenario y permiten finalmente el acceso de la prensa esperando que todo quede ahí.
Para la prensa internacional estos dos actos han sido evidencia plena de un terrible escenario de innegable colución entre criminales y fuerzas de seguridad institucionales. Para la opinión internacional estos dos casos son "recientes" y algo nunca visto.
Para la población nacional sin embargo, estos actos han venido siendo comunes desde el año 2004 (en tiempos del sexenio de Vicente Fox) cuando apenas se comenzaba a saber así como rumores que en el norte del país los criminales comenzaban a comprar a las policías locales con sobornos, propiedades y participación en el negocio de venta de droga.

Con el arribo de 2 grupos armados radicales que violaron los protocolos antiguos de complicidad delincuente-autoridad, las cosas cambiaron pues ellos no ofrecían dinero sino amenazaban si no se cooperaba o protegía. Cuando era imposible amedrentar así por su puesto, cargo o contactos, entonces se repetía la fórmula de la vieja escuela: El pago por su silencio, por su inacción y por su indiferencia.
Las matanzas se volvieron cotidianas en el país ante el horror de la sociedad indefensa y ante la simulación y negación de los hechos por parte de quienes teóricamente tendrían que brindarles seguridad.
Ya para ese entonces hablamos del 2006 en adelante.

La fallida "guerra contra el narco" impulsada por un efímero presidente que se sentía soldado e hizo de su país un simulacro y experimento (con el apoyo pleno de EEUU) introdujo a la esfera pública el concepto de masacre y matanza desde una perspectiva tal que los ciudadanos han estado literalmente en un estado de shock sin precedentes en el país. Experimento social, estrategia de exterminio o Estado fallido pleno, lo cierto es que la sociedad Mexicana fue llevada a un estado de shock tal comparable al de víctimas de abuso físico y psicológico como lo son mujeres violadas, niños golpeados, esposas violentadas, presos de Guantánamo o soldados de guerra.

La reacción esperada y predecible de la sociedad Mexicana era una: Replegarse atónita contra la pared sin poder pensar coherentemente con el rostro salpicado de sangre mientras veía a sus muertos regados en el piso. Dando traspiés solo por inercia y sin sentido. Sujeta de trauma recibiendo violencia sin poder reaccionar ya ante cada golpe que le era asestado. Sin llanto en los ojos porque ya se le había agotado todo en más de 6 años de muertes y desapariciones mientras se le decía que "todo estaba bien" y al mismo tiempo, como el padrote que recompensa y castiga a su víctima, se le regañaba por quejarse de su situación.

Es conocida la reacción psicológica que viene a un estado de shock y trauma prolongado y explícito: Moldeamiento, resignación, pasividad aprendida. La víctima abandona toda esperanza y entra en un estado zombie que le permite al menos la sobrevivencia básica a nivel fisiológico aunque emocionalmente se encuentre pérdida, al borde de la extinción como ser humano. Ese momento donde ya no se llora. El brillo de los ojos se va y el rostro tiene un aspecto neutro, muerto, que ya no refleja ninguna emoción. Ya no duelen los golpes porque la mente ha sido aislada del cuerpo. La muerte es en cambio añorada, esperada.
La muerte es vista como la salida única a la terrible vida presente.
Nadie en estado de trauma sostiene convicciones propias o personales. La política, la moral, la democracia son conceptos abstractos e irreconocibles. Palabras en idioma extranjero cuyo significado se recuerda pero no se procesa, no se entiende. La disociación resquebraja la mente y la identidad completa de los individuos.
Sin el hijo presente porque ha desaparecido o muerto.
Sin el padre presente porque ha desaparecido o muerto.
Sin la hermana presente porque ha desaparecido o muerto.
Desaparecer o morir. Triste destino en un país cuyos gobiernos aman el fingimiento, el dinero y la imagen más que cualquier otra cosa. 
Gobierno con mente de violador que al mismo tiempo que desea el cuerpo y la belleza de su víctima, la aborrece y la desprecia de tal manera que termina asesinándola. Ya era suficiente violencia atacarla. Podía permitirle el acceso a la vida y esperar que la recuperación lenta y dolorosa pero posible viniera. Sin embargo, está tan enfermo, tan dolido, tan lleno de culpa y de vergüenza que se asesina a él mismo a través de ella. Y al asesinar a una, asesina a casi toda su familia.

Transporte ese sentimiento a toda una nación y entonces se comprende porque el regreso de un tirano malvado pero no sádico fue visto como salida. Era casi evidente la reacción del grueso de la población Mexicana cansada de sangre, muerte y desapariciones. Entre ir "de mal en peor" al "más vale malo conocido que bueno por conocer" la sociedad Mexicana lanzaba un grito desesperado de aire fresco en medio de ese calabozo llamado hipócritamente "gobierno del cambio" que tenía como máximo exponente al Partido Acción Nacional que siempre llevará en su conciencia la golpiza que le dieron a un país que confió en un cambio en sus manos. Rebasado por su propio experimento y acosado por la aparente cola agonizante de esa bestia que nunca dejó de moverse pese a su caída, al Gobierno Calderonista no le quedó de otra que pactar el regreso al poder del país de uno de sus antiguos verdugos.
De todos modos la sociedad ya no lo amaba. Era imposible para el PAN aspirar a un año más en el poder por más promesas de amor y arrepentimiento que hiciera.
Las dos masacres de San Fernando casi a finales del sexenio de Calderón donde más de 500 personas fueron asesinadas brutalmente daba muestras de que todo llevaba años fuera de control y que el Estado hacía años enteros que ya no tenía autoridad real sobre nada ni nadie que portara una AK-47.
La primera sucedió en el 2010 y luego, cuando no podía pensarse que sucediera de nuevo, la segunda en 2011.

LA MASACRE LITERAL

Pero como dicho, el concepto masacre e impunidad ya se habían instalado en el país desde antes de Ayotzinapa.
  1. En septiembre de 2008 en el Estado de México, 24 albañiles son secuestrados y decapitados en una chosa al interior del famoso parque La Marquesa.
  2. El 5 de junio de 2009 en Hermosillo, Sonora mueren calcinados 49 niños de menos de 10 años y otros 76 quedan con lesiones graves y permanentes. Aunque en un inicio se dijo que un corto circuito había causado la desgracia (aunque ningún funcionario fue de todos modos responsabilizado), tuvieron que pasar 5 años para que en septiembre de 2014 se diera a conocer que en realidad se había tratado de un incendio provocado ordenado para desaparecer evidencia de una bodega a un costado de la estancia infantil. El fuego provocado se salió de control y casi 100 niños inocentes pagaron las consecuencias.
  3. En septiembre pero de 2010 en Acapulco, 22 turistas (principalmente de Michoacán) fueron secuestrados y asesinados. Solo dos sobrevivieron para más o menos poder contar el horror.
  4. Ciudad Júarez, Chihuahua un 31 de enero de 2010. 16 jóvenes son asesinados brutalmente durante una fiesta. Felipe Calderon se atreve públicamente a llamarlos "delincuentes". La madre de dos de esos jóvenes acribillados también públicamente reclama a Calderón que haya dicho tal cosa cuando se comprobó que ninguno de los jóvenes tenía nexos con el crimen organizado.
  5. Marzo de 2011 en Allende, Coahuila. El poblado de "El Manantial" fue literalmente invadido por un comando de hombres armados que destruyeron casas (incluso usando tractores y helicópteros), saquearon viviendas y asesinaron en completa impunidad a su más de 300 habitantes (incluidos niños y ancianos) que fueron así exterminados por resistirse a pagar cuotas de protección y violación de sus mujeres. Autoridades fueron alertadas pero no hicieron absolutamente nada. Desde todos los niveles recibieron instrucciones del Ejecutivo Federal de ocultar los hechos. Piense de nuevo la cifra: 300 personas brutalmente asesinadas. http://www.vice.com/es_mx/read/el-manantial-masacrado
  6. 61 muertos dentro de un Casino en Monterrey. El Royale. Calderón afirmaba que algo así no volvería a suceder en el país y declara luto nacional. Era Agosto de 2011.
  7. Y aunque Calderón se empeñó en negar que la Capital de la Ciudad estuviera contaminada de esas masacres del Norte, en Agosto de 2011 el D.F. se conmociona cuando "La mano con ojos" es detenido no sin antes haber ejecutado y mostrado decapitados a más de 600 personas (incluidos los albañiles de la Marquesa en el 2008). Su escandalosa decapitación de dos personas en un auto de Periférico que empañaba la imagen de ciudad blindada le costó la persecución total hasta su captura.
  8. Sin embargo, un mes después en Boca del Río, Veracruz (20 de septiembre de 2011), 35 cadáveres son dejados en plena zona turística a plena luz del día.
  9. Las 2 masacres de San Fernando, Tamaulipas en 2010 y 2011 con más de 300 muertos.
  10. En noviembre de 2011, casi en pleno centro de Guadalajara y durante la infame celebración de los Juegos Panamericanos, fueron dejados en plena vía pública 26 cadáveres con mensajes adjuntos a un costado de sus cuerpos.
  11. Feminicidios de Ciudad Juárez. Según Wikipedia, desde 1993 hasta 2012, las cifras oficiales hablan de más de 700 mujeres asesinadas en completa impunidad. Calderón había prometido terminar con el problema. No sucedió y hasta la fecha no ha sucedido.
  12. A lo largo de todo el periodo entre 2004 y 2012 existen cientos de casos no reconocidos oficialmente de masacres que ninguna autoridad quiso confirmar ni asumir pero que solo los habitantes de las diversas poblaciones conocen en medio de un silencio lleno de miedo por temor a represalias sino de grupos armados, de gobernantes e instituciones coludidas.  
  13. http://www.elpinerodelacuenca.com.mx/epc/index.php/policiaca/31990-testigo-de-masacre-en-ado-relata-pesadilla
Las Instituciones habían sido infiltradas y erosionadas a niveles nunca antes vistos en un país incluso acostumbrado a la corrupción. Las mismas moscas que le sirvieron un día para echar a perder el pastel de su enemigo, terminaron echando a perder toda la comida del refrigerador.
Asumió la presidencia a la fuerza y entregó la presidencia exactamente igual: Por la fuerza de sus propios crímenes.

Era una oportunidad de oro también para el PRI que se presentó a sí mismo como "salvador" y "nuevo". Todos sabíamos que era mentira. Pero de estar en medio de las fauces de ese perro rabioso a estar en un calabozo desnudo, muchos alzaron la mano votando por lo segundo.
En cualquier caso, ¿quien podría afirmar que decidir entre morir balaceado y morir incendiado hay esperanza?.
Pero luego de tanta exposición a la muerte en efecto, comienza a ser "normal" un grado de barbarie que de otra manera jamás podría ser tolerado.

Los ciudadanos del Distrito Federal casi cómodos y ajenos al dolor de sus hermanos en el Norte y Sur de la Nación negaban tantas cosas. Mentaban madres a los familiares de desaparecidos en otras entidades de la República por venir a causar tráfico con sus marchas y protestas.
La TV oficialista satanizaba (como hasta la fecha) cualquier movilización ciudadana que mostrara la verdadera cara del país. Luz y Fuerza eran desmantelados y otros Sindicatos charros eran traicionados por quienes en su momento los llevaron al poder. Las represiones policíacas eran ya desde tiempos de Calderón contumaces y directas contra cualquier versión que no fuera la que se acoplara a las versiones  que empañaran la imagen del país.

Con el cambio, se decía, nada de esto volvería a suceder.

Pero el 26 de mayo de 2013, 13 jóvenes del famoso barrio de "Tepito" fueron secuestrados y asesinados. Sus restos, según versiones oficiales, fueron encontrados en el Estado de México.
Se habló de un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales.

La última gran masacre conocida antes de Calderón y el actual Gobierno, había sucedido un 28 de junio de 1995 también en Guerrero en el poblado de Aguas Blancas.
17 campesinos muertos y más de 20 heridos fue el resultado de una brutal represión a manos de militares y policía estatal por instrucciones del entonces Gobernador Rubén Figueroa Alcocer.
Los campesinos fueron asesinados en respuesta a protestar por una serie de demandas sociales como agua potable, escuelas, construcción de carreteras y otros servicios básicos.
El camión en que se transportaban los campesinos fue interceptado en una carretera por comandos policiales y militares que no les permitieron seguir su avance con destino a las oficinas estatales en demanda de sus peticiones. Al momento de la detención, los campesinos fueron obligados a bajar del autobús y en medio de discusiones verbales, un grupo de campesinos cree posible desobedecer la instrucción de no avanzar e intentan seguir su marcha aún a pie. Un grupo de policías avanza entonces hacia el autobús y comienzan a disparar  a quemarropa contra ellos sin ninguna justificación. En lo precipitado del fuego, los mismos soldados hieren a otros policías y viceversa. Las primeras versiones dirían que los campesinos habían iniciado el fuego contra la policía.
El Gobernador y el entonces Presidente Ernesto Zedillo negaban los hechos hasta que un vídeo dio evidencia irrefutable de lo sucedido.

Un fragmento de la sociedad se organizó para denunciar el crimen de Estado y acusar al entonces Presidente Zedillo de cometer actos de lesa humanidad. Diversas organizaciones internacionales han negado la participación de Zedillo en los hechos condonándole en absoluto. Sin embargo, luego de la masacre de Tlatelolco en 1968 (con un número nunca establecido de muertos) en tiempo de Diaz Ordáz, la masacre de Aguas Blancas fue considerada por primera vez en mucho tiempo un abierto crimen de Estado por instancias nacionales e internacionales.

Se decía en ese entonces (1995) que algo así no debería ni volvería a repetirse en México.

Hemos visto en el recuento anterior que, no obstante, no ha sido así sino que además, se ha convertido en la tendencia, en la fórmula que en México los Gobiernos (de cualquier partido político) o grupos armados delincuenciales encuentran para aplastar, callar y debilitar las protestas civiles de la sociedad organizada cuando esta se cansa de abusos, impunidad e injusticias.

Desde 1995 hasta el pasado 26 de septiembre de 2014 se contabilizan más de 10 masacres en la historia del país. Todas ellas han sucedido bajo la sombra o gestión en los Gobiernos de las 3 principales fuerzas políticas que se jactan de buscar el bien de todos los Mexicanos. 
PRI, PAN, PRD se atacan hipócritamente ante los medios lanzándose acusaciones y culpas mientras que durante sus sesiones de aprobaciones de leyes curiosamente empatan con singular empatía unos a otros en perjuicio de la sociedad a la que indignamente gobiernan (porque la verdad es que nunca representan).

Tamales, despensas, costales de cemento, tortas, chamarras rotuladas, tarjetas de tiendas departamentales, casas, noticieros y periódicos oficialistas. Todo ello ofrecido a manos llenas cuando se ha tratado de obtener el voto de la población a la que, una vez en el poder, traicionan y aplastan sin ninguna clase de pudor, de vergüenza, de  moral.

Las violentas represiones policíacas del 1DMX (1 de diciembre de 2012) y del 2 de octubre de 2013 han dejado en claro que la violencia si es un recurso al que los Gobernantes apelan para silenciar la genuina protesta ciudadana. Sin importar su color ni partido político, la clase gobernante en el país se ha vuelto terriblemente intolerante a la crítica social.

Al ciudadano Mexicano se le invita (casi forza) a participar de los procesos oficialmente "democráticos" que aseguran que todos acudan a las urnas a votar (so pena de chantaje nacionalista si no lo hacen) pero una vez empoderados, todos los políticos de todos los partidos sencillamente arremeten contra la sociedad a la que hicieron tantas promesas de cambio. Justo como un patán que se porta cariñoso, respetuoso e interesado con su novia mientras logra tener relaciones sexuales con ella pero que una vez que lo logra, la desprecia, la humilla, la hace sentirse culpable y si puede, la desaparece para que no le siga reclamando su poca hombría.

No hay semana en México desde hace muchos años que no se filtre un escándalo por malversación de fondos, corrupción, arreglos bajo la mesa, asesinatos, espionaje, aumento de impuestos, impunidad y cinismo entre quienes ante la prensa internacional se muestran como salvadores, demócratas y justos cuando saben perfectamente que tienen a su país sumido en pobreza, desesperanza e indiferencia abandonado a su suerte ante grupos armados que tampoco tienen reparo en matar, desaparecer y callar a quienes se les oponen.

La diferencia entre político y narco ha pasado a desaparecer y al contrario, se han vuelto sinónimo.
Los primeros lo niegan en aras de la imagen y la reputación democrática que consolide el Estado de Derecho y bla,bla, bla. Los segundos guardan silencio y el único lenguaje que entienden es el de billetes y balas. Bien aseguraba la ex-esposa de un corrupto expuesto: "Antes los criminales buscaban pactar con el Gobierno. Hoy es el Gobierno quien busca pactar con ellos".

¿Cómo hemos llegado a tolerar tanta violencia en México? ¿Cómo comprender más de 10 masacres con más de 1000 muertos? ¿Cómo explicar que todas esas masacres han sucedido en plena impunidad e incluso con complicidad de quienes debieran de evitarlas precisamente?
Se mantuvo a Michoacán en completo olvido durante 12 años pese a diversos casos de corrupción y muerte. Se levanta un Doctor cansado de ver cómo grupos criminales sin contención alguna por parte de ya 3 diferentes presidentes violaban a sus niñas, esposas y mujeres y se organiza sin otro móvil que la búsqueda de la justicia y terminar con la impunidad y entonces, en menos de 15 días, se autoriza un magno operativo que se encarga de desarticular un primer movimiento genuino ciudadano aunque armado que no se veía ya desde tiempos del EZLN en años de Salinas de Gortari.
El primer movimiento armado genuinamente civil de la nueva era moderna de México desde el año 2000 logró resultados contundentes capturando, detectando y neutralizando a criminales en menos de 1 mes mientras que cientos de efectivos militares y policiales pegados a discursos demagógicos de "ahora si" no habían podido hacerlo en más de 10 años ¿Cómo es posible?

La hipocresía de nuestra clase política hacia lo que dicen "celebrar" y recordar con "orgullo nacional" cada 20 de noviembre es tal que tan solo imaginar el espectro de Zapata encarnado en unos ciudadanos organizados les hizo salir corriendo a aplastar y desacreditar un movimiento que lejos de perjudicar al país, bien conducido, podía haber sido punta de lanza para terminar con esa normalidad en que se han convertido tantas masacres.

No era sano ni podía seguirse esperando que ante los hechos en Tlatlaya y Ayotzinapa la sociedad Mexicana se mantuviera mucho tiempo indiferente. De hecho, si hubiera sucedido, algo muy terrible estuviera pasando ya con nuestra sociedad que se dice (al menos se siente) tan moderna con sus iPads, iPhones, Tablets, Internet de "alta velocidad" y sus pantallotas incluso 3D de 400 pulgadas y sonido envolvente que se gasta en un "buen fin" lo que tiene porque lo consume en gasolinazos mensuales mientras no se autoriza un aumento de sueldo en aras de la "inestabilidad" macro económica del país según dicen los tres partidos dominantes mientras ellos se gastan en un mes lo que el promedio tardaría 3 vidas en hacerlo.

Ante el grado de cinismo y violentas represiones de las cúpulas empresariales (que financian mucho de los que sucede en el país) y las cúpulas políticas que permiten (en forma de Leyes) tanta injusticia, ¿cómo esperar que la sociedad no alzara la voz?
¿Quien en su sano juicio no abre la boca aunque sea para lamentarse de dolor si lo están golpeando?
¿De dónde esperan ciertos Gobiernos y Empresarios coludidos (en la misma complicidad que Narcos y Gobernantes) que la sociedad acepte tantos atropellos mientras ellos atropellan sin piedad a la sociedad que tanto agreden?
¿De dónde esperan ciertos poderes que ante la diaria desaparición de tantos niños, mujeres y personas (sin ninguna clase de justicia ni resultado judicial o policial) la sociedad se mantenga en silencio, en orden y en paz mientras sus hijos se pasean en Europa presumiendo en redes sociales sus viajes, propiedades y además, hacen comentarios insultantes contra la sociedad que sus padres explotan para que ellos tengan sus caprichos?



La lucha por la justicia y la igualdad social lamentablemente no se ha terminado en México en 1920 como quieren hacernos creer. No mientras sigan sucediendo masacres como las comentadas.
No mientras los noticieros y medios oficialistas sigan satanizando las protestas sociales y escondiendo los problemas reales del grueso de la sociedad Mexicana mientras ofrecen a su "público" sexo, distracción y "buenas noticias".

La criminalización de las marchas y la protesta social así como el reventar con infiltrados y provocadores las movilizaciones de un cada vez más creciente grupo de Mexicanos cansados se hace patente. Detenciones arbitrarias, violentas y en búsqueda de chivos expiatorios mientras los verdaderos violentos y destructores son protegidos por las mismas fuerzas policiales que arremeten contra la sociedad genuina.

Si ya desde el ingreso de Miguel Angel Mancera al Gobierno del D.F. se veía que la política iba a ser mano dura, ahora con el creciente número de manifestaciones la actitud del GDF también se ha radicalizado: Ni Mancera ni el Jefe Máximo de la SSP han hecho declaración alguna sobre cada violenta represión sucedida en la capital del país desde el 1DMX. Muy por el contrario, cada represión se vuelve cada vez violenta y estratégica que la anterior y del mismo modo, cada vez es más notable la infiltración de agentes encubiertos así como el uso de grupos de choque bajo la forma de "anarquistas". La Policía del GDF cada vez detiene a más personas por el simple hecho de estar grabando las arbitrarias detenciones o colución de infiltrados que se dedican a violentar las marchas con la intención de desacreditar (sobre todo internacionalmente) a los movimientos sociales para así tacharlos de "radicales" y apelar a la conocida "paz" cuando la sociedad se cansa y alza la voz.

LA MASACRE PSICOLÓGICA

Entonces México se vuelve un contradictorio terreno donde los conceptos "paz", "violencia" y "ley" se usan de manera antónima dependiendo quien los diga y dependiendo los intereses de quien haya que proteger.

Cuando el pueblo es pisoteado y asediado por el crimen ante la complicidad o poca capacidad de respuesta del Estado (como ha sucedido con tanta masacre), entonces se le pide confiar en la "Ley".
Es una espera que puede ser indefinida pero se pide confiar en la "ley".

Cuando el pueblo se cansa de abusos de sus autoridades y de sus verdugos que le secuestran, le cobran derecho de piso, violan a sus mujeres, se gastan sus impuestos en lujos onerosos mientras le aumentan responsabilidades y alza la voz en protesta, entonces se le acusa de violento. ¿En qué cabeza cabe que un Gobierno no puede ser criticado, evaluado, analizado? Si en una empresa un empleado o un directivo no da los resultados esperados, sencillamente se le despide. Tal vez antes se le de una sentencia de mejora y si no sucede, entonces se le dice adiós. Los sistemas escolares hacen lo mismo con sus alumnos. Si el estudiante no mejora sus calificaciones o sus actitudes, tarde que temprano se le pide abandone la escuela. Igualmente se le podrá anunciar un plazo para que de nuevos resultados y si no, sencillamente se le pide se retire del colegio.

¿Por qué los Gobiernos de México y todo el mundo suelen sentirse "violentados" cuando sus representados los evalúan? ¿Por qué toman como "violencia" que en verdad la sociedad pueda cansarse de ellos, de sus sistemas, de sus formas de gobierno? ¿Por qué se sienten violentados cuando la sociedad denuncia sus robos cínicos, sus formas extravagantes de vida, sus gastos incomprensibles a manos llenas mientras el pueblo vive en medio de pobreza, con servicios deficientes y además, la opresión de un segundo verdugo que no sabe de misericordias? ¿Por qué los Gobiernos perciben como "agresión" la genuina capacidad de las sociedades para salir a las calles y protestar cuando han dejado de estar de acuerdo con ellos?
Legal, Jurídica y Moralmente contradictorio el sistema llamado "democrático" que invita a sus ciudadanos a participar de los procesos de la construcción de un país y al mismo tiempo lo etiqueta de "violento" si lo hace contradiciendo las formas de quienes ostentan el poder.
El Ejército y la Policía si pueden ser empleados cuantas veces sea necesario para realizar detenciones violentas y arbitrarias pero no se atreva el ciudadano a decir "no estoy de acuerdo" porque entonces ese un violento, un radical, un enemigo del orden establecido, un peligro para México, un pinche revoltoso, un bicho raro que debe ser aplastado por el bien de la Nación (sea lo que eso signifique). Entonces la represión no es violencia sino "aplicación de la Ley". La desaparición forzada no es violencia sino "hechos aislados" (desde luego, siempre ajustes de cuentas por andar metidos en drogas). Es una ecuación simple: "Yo si te puedo pegar, y matar de ser necesario, porque lo hago conforme la Ley pero tú no me puedes siquiera alzar la voz porque entonces estarás violando la Ley". Casi podíamos hablar de Bullying político.
Aquella frase de Mayer Amschel Rothschild se materializa en pleno:
"Dame el control de la moneda de un país y no me importará quién hace las leyes"

Y cuando las cosas se les empiezan a salir de las manos porque la gente ya no confía en sus discursos demagógicos que contradicen abiertamente sus actos y sus gastos, y las sociedades se organizan y obtienen incluso apoyo internacional, entonces los Gobiernos recurren a la confrontación y la división como literales armas que no le permitan a la sociedad seguir mostrando su descontento. Grupos de choque y hordas de campañas de disuasión social se lanzan de manera simultánea para presentar a los grupos sociales organizados como los "malos" de la película. Se les muestra como "radicales", "violentos", fuera de la Ley (cualquier cosa que eso signifique), "desestabilizadores", "enemigos de la paz pública" y cuanto argumento pseudo jurídico pueda nombrarse.
Entonces, se crean grupos de choque que se dedican a disfrazarse como ciudadanos o como movimientos sociales y esos grupos tienen como tarea específica hacer cosas directas como incendiar, romper, violentar y de ser necesario, asesinar. Actúan aislados o infiltrados entre los grupos genuinos sociales.
Cometen actos reprobables precisamente para que la reprobación social (local e internacional) dude de si las protestas sociales son verdaderas o se trata de mentiras.
Misteriosamente, esos elementos de choque no son detenidos o identificados por los grupos policiales aunque medio mundo haya testificado su participación. Las simulaciones llegan a tal grado que son detenidos pero luego liberados saliendo por una puerta trasera cuando la prensa y la sociedad duerme.
La Televisión oficialista se encarga de repetir y repetir y repetir ante los ojos de su borrega audiencia las terribles imágenes de como esas protestas se han vuelto nocivas para la sociedad.
El desempleo y las afectaciones a los comercios aledaños a las zonas de protestas son presentados con un zoom triplificado que haga ver a los manifestantes como "conductores de males sociales".
Si hay que añadir que por culpa de estas protestas incluso el turismo se ve alterado, se hará.
Si hay que decir que todos podríamos quedarnos sin empleo o sufrir una gran inestabilidad económica nacional por culpa de los inconformes, también se hará.
La eterna pero siempre efectiva herramienta clave de la propaganda toma control: La satanización de los inconformes o de los que piensan diferente.
"Ellos son malos, nosotros buenos", "Sus acciones nos perjudican, nuestras acciones buscan soluciones", "Ellos están mal, nosotros bien", "Ellos son el diablo, nosotros...bueno, tan buenos como Dios".
El discurso se centra en torno a la PAZ.

Es el momento perfecto para que el Departamento de Relaciones Públicas de un Gobierno lo muestre a toda costa y al precio que sea (literalmente) como "tolerante", como "abierto siempre al diálogo", e incluso como tonto a veces en su intento por mostrar que ellos si tienen disposición de diálogo (aunque no lo hayan tenido años enteros atrás a costa de muchas vidas) mientras que "los otros" se comportan como "cavernicolas", como seres irracionales que solo saben gritar, causar tráfico, congestiones viales, afectación de empleos y turismo y, desde luego, actos "radicales" donde la violencia y el comunismo no pueden dejar de ser nombrados.
Comienza de facto la asociación directa entre socialismo y protesta ciudadana.
Todos los socialistas y comunistas son "malos", "peligrosos", "violentos", "mentirosos", "hipócritas". El socialismo es satanás mismo en forma de hombres. Y no importa que las protestas no tengan nada que ver con comunismo, serán atribuidas a ello pase lo que pase.
En México estamos ya tan condicionados a este estigma que ni nos damos cuenta cuando en nuestras mentes Mexicanas se asocia de manera directa "protesta= perredista" y hasta fruncimos el ceño de manera despectiva mientras nos da flojera pensar en ello. La mente colectiva de México cree que movilización social es igual a "desmadre" y lo hace de manera automática. Puede no ser cierto pero la mente del Mexicano promedio en verdad así lo cree. Años y años de Paternalismo político han moldeado su mente a aceptarlo del mismo modo que acepta su fe en la Virgen de Guadalupe. No discute, solo acepta.
Es más, le podemos apostar 10,000 pesos a que usted que ha estado leyendo estas líneas ha pensado al menos en un instante: "¡A huevo! Estos güeyes de este blog han de ser perredistas" ¿Mentimos?

Entonces se esparcen una serie de rumores en la psique colectiva que inician de boca en boca y se refuerzan con lo que la gente ve en la TV.
"Quieren causar una guerra" y como la palabra "guerra" espanta desde que se pronuncia el miedo se usa como arma de disuasión..
"Piensa en tus hijos", "Te vas a quedar sin trabajo", "Si apenas tienes para comer, si se arma una levantamiento social, menos", "Vas a perder todo lo que has logrado", "Te van a matar por las ideas de unos locos ¿a poco habrá valido la pena?", "Si todos son iguales. Nomás que llegue al poder, va a cambiar", "La economía del país se vendrá a bajo", "Así estamos bien", "Pobres pero contentos", "Pobres pero en paz".

Y es precisamente esta última frase estratégica la que se empleó cada vez en México cuando la protesta social llegaba a su momento más peligroso para estructuras de poder a lo largo de tantos sexenios.
El miedo al cambio social es una de las brujas más comunes presentadas a la opinión pública para menguar su interés por romper los patrones establecidos que benefician siempre solo a unos cuantos a costa de unos miles.

La historia de esas otras masacres psicológicas así nos lo demuestra.

1968. El Presidente Díaz Ordáz justifica las acciones militares y policíacas contra Estudiantes, Organizaciones Sociales y Ciudadanos en nombre de la "paz" y la próxima celebración de los Juegos Olímpicos en México. En un histórico discurso incluso menciona que el Gobierno ha sido "tolerante hasta niveles extremos". Irónicamente mientras miles de personas morían a manos de Militares y Policías, los Juegos Olímpicos eran confirmados como "los Juegos Olímpicos de la Paz" (cualquier cosa que eso significara). Según el discurso oficial, México no necesitaba un cambio, solo necesitaba estar en "paz" y mucha gente así lo creía. Se decía que si explotaba una revuelta social, el país no estaría listo para ello pues estaba viviendo un momento de enorme prosperidad y abundancia.

1988. En un acto nunca antes visto, candidatos del PAN y el PRD se unen en la primer coalición realmente democrática para ganar las elecciones de ese año. Manuel Clouthier del PAN hace alianza con Cuauhtémoc Cárdenas del PRD para tratar de alcanzar el primer intento de derrocamiento del PRI en el poder luego de más de 50 años. El aplastante apoyo de la sociedad civil hacia el Ingeniero Cárdenas contrastaba con el evidente rechazo de la población al entonces candidato del PRI Carlos Salinas de Gortari.
Lo nunca antes visto en México desde tiempos de la Revolución Mexicana sucedía: Miles de personas se lanzaron a las calles por convocatoria propia. Hasta los propios líderes sindicales se sorprendían del poder de convocatoria de ciudadanos realmente pensantes que no eran acarreados políticos. Miles de Mexicanos pensantes se lanzaron a las calles sin que los llevaran en camiones, sin que les dieran tortas o que les prometieran casas.
Se hablaba de que si Cárdenas no ganaba una revolución social era inminente. Ningún adulto era ajeno al clamor social anhelado. Por primera vez en mucho tiempo, la sociedad estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias si su voluntad política no era respetada. Y entonces sucedió: Se esparcieron rumores a diestra y siniestra sobre lo que pasaría si el PRI no ganaba. Se esparcieron comentarios, análisis y publicaciones en periódicos y noticieros sobre los riesgos de un levantamiento social.
Se hablaba de que el Gobierno estaba dispuesto a una nueva matanza como la del 68 si las cosas salían mal.
Salinas de Gortari fue presentado ante la sociedad entonces como un candidato de "paz" y capacidades políticas. El recuerdo del 68 estaba tan fresco en la psique nacional que el miedo a ser masacrados comenzó a surgir efecto. El sistema electoral sufre una "inexplicable" falla y de pronto, Salinas toma ventaja electoral sobre la coalición civil y de ahí no los movieron. Para confirmar que, en efecto, lo mejor era no "hacer ruido" y desafiar al sistema, un año después muere en un extraño accidente automovilístico el candidato del PAN en un claro mensaje a la sociedad: "Mejor calladitos que muertitos". El nuevo Presidente no dejaba de mencionar la palabra "paz" y "modernidad" en casi todos sus discursos.

1994. Casi al final del "sexenio perfecto" un grupo armado se levanta en armas en el olvidado y siempre pobre Estado de Chiapas. El EZLN fue un grano en la nariz del sistema. Apareció una mañana y justo ese día el sistema tenía que presentarse ante las cámaras internacionales dando su mejor imagen.
La satanización del EZLN fue tal que era imposible no dudar de los discursos oficiales. El EZLN fue acusado directamente de ser el mal mismo encarnado en la forma del Sub Comandante Marcos.
Todos los miembros de dicho ejército fueron considerados demonios, sin excepción. Y de nuevo, el discurso de la "paz" fue lanzado a diestra y siniestra. Un Presidente bueno que lo único que había hecho era darle prosperidad, carreteras (muchas carreteras) y relaciones internacionales a México era confrontado ahora por las fuerzas malignas de un grupo malvado de encapuchados que denunciaban una serie de actos de robo y corrupción que habían permanecido ocultos a la opinión pública nacional e internacional.
A lo mejor todo lo que decían era cierto pero ¿presentarse con armas ante la sociedad?.

Entonces se dijo que no había necesidad de presentarse ni armados ni inconformes porque para eso estaba "la Ley". Según esto, no importaba que tuvieran la boca llena de verdades, el simple hecho de presentarse armados les quitaba (a los ojos del sistema claro) toda credibilidad. No solo era inaceptable que un sector de la sociedad se atreviera a rebelarse (de nuevo) contra el sistema (como ya le había sucedido en el 88) sino que ahora, lo hiciera armado. Se dice en el imaginario colectivo Mexicano que un presidente dijo entonces: "¿Qué chingados? ¿Este güey se cree Zapata o qué pedo?"

El discurso social minimizó todas y cada una de las denuncias del grupo rebelde (que eran fuertes y sustentadas) y maximizó las armas portadas. Colando mosquitos mientras se dejaba pasar camellos por la puerta. No hubo ningún noticiero que no empleara el término "ejército", "grupo armado" o "grupo insurgente" para referirse al movimiento social de Chiapas de una manera escandalosa.

Como López Obrador aún no era tan mediático como lo fue en tiempos de Fox o Calderón, no había un expiatorio a quien asociar el supuesto "fanatismo" del Sub Comandante Marcos. Entonces se le fueron encima al Obispo de San Cristobal, Samuel Ruíz. Samuel Ruíz fue el entonces "peligro para México" que les había calentado la cabeza a una "pinche bola de indios" que se sentían zapatistas.

El grado de racismo y ataque psicológico contra el movimiento inconforme fue tal que se les menospreciaba precisamente por ser indígenas. Se rumoraba que por eso les habían podido lavar el cerebro. Porque, según esto, la gente "civilizada" de las urbes "jamás se hubiera prestado a un movimiento armado". El racismo nacional en su máxima expresión le funcionó bastante bien al sistema de ese entonces. Los ciudadanos "civilizados" no "arman desmadres", ellos respetan las leyes. Los indígenas "pendejos" y "manipulados" se levantan en armas. Si eres un buen ciudadano no te levantas en armas. Eso es para "indios". Suena agresivo pero en efecto, esa fue una de las estrategias empleadas con mucho éxito.

Por cuestiones de imagen internacional, el movimiento Zapatista no pudo ser aplastado al estilo de la vieja escuela porque eso le hubiera restado muchos puntos en Estados Unidos pero el sistema se encargó de esparcir de nuevo rumores de que "México no estaba listo para un levantamiento social" tampoco.

1994. En ese mismo año, México es sometido a uno de los actos de shock más tremendos desde el asesinato de Obregón: La muerte del candidato del partido oficial en Lomas Taurinas.
Que si lo mandó a matar el propio Salinas.
Que si lo mandó a matar Vicente Fox.
Que si lo mandaron a asesinar los propios Zapatistas.
Que si Aburto lo mató nomás de puro gusto.
Solo en México un crimen puede pasar años sin ser aclarado.


Con un Ejército armado de un lado y con la molestia social que el asesinato de un personaje público que comenzaba a ganarse el afecto y respeto de la sociedad, el temor de un nuevo levantamiento armado o al menos social se hizo presente. La muerte de Luis Donaldo Colosio no "aquietó" a la sociedad como se esperaba sino que encendió de hecho, a una buena parte de ella que ahora sospechaba y consideraba que esto era el extremo de la impunidad en México.

Llegan las elecciones de 1994 y de nuevo la figura del Ingeniero Cárdenas volvía a tener un segundo aire con un notable apoyo de diversos grupos de la sociedad incluido el Ejército Zapatista. El riesgo de que la popularidad de Cárdenas se combinara con las armas de los Chiapanecos insurrectos era alto, muy alto. En 1988 la gente había tenido miedo de tomar las armas pero ahora, en 1994 las cosas podrían ser muy diferentes. Los rumores de que comunistas extranjeros alimentaban al EZLN con el acuerdo de Cárdenas se hicieron llegar a todas las Universidades del país, en todas las empresas y en todas las casas.

A diferencia del candidato del PAN en 1988, Fernandez de Cevallos mostró una actitud más "reservada" para crear alianzas o empatías con el candidato del PRD. En un renombrable debate televisado por primera vez en México entre candidatos presidenciables, Fernandez de Cevallos dio muestra de su dominada oratoria pero aún así, más allá de las pantallas de televisión, el descontento popular crecía de nuevo. El apoyo social a Cárdenas se hacía más fuerte de nuevo cada vez. Y los rumores de que un levantamiento armado/social no era "conveniente" también. El slogan de Ernesto Zedillo daba muestra precisamente de la estrategia del sistema para contrarrestar el descontento social que, como nunca antes, ahora podía tener un aliado armado: "Yo, voto por la paz". "Votar por la paz" significaba dos cosas: "No daré mi apoyo a un Ejército insurrecto de indígenas por más que tenga razón" y "No daré mi apoyo a Cárdenas porque la revuelta social podría ser inminente". En cambio, "votar por la paz" significaba "No quiero un cambio social. Quiero mantener mi empleo, mi casa, no quiero que el país se vea envuelto en un conflicto armado aunque la corrupción y la injusticia sigan reinando". De nuevo, el clamor social masacrado de nueva cuenta.
http://clementecamara.com/noticias/1994-la-gente-quiere-paz/

Lo único remembrable a favor del país en tiempos de Zedillo (sin olvidar la matanza de Aguas Blancas) es que fue la cuña que permitió la salida del PRI luego de más de 70 años entronado. Un paso que permitió al menos por un par de años creer que la democracia era posible en México con buenos resultados.
http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/12/01121994.html

2006. La sociedad Mexicana revienta en decepción completa hacia el PAN luego de que tuvo en sus manos la oportunidad genuinamente más democrática jamás vista en el país para hacer de la Nación lo que todos hemos soñado y en cambio, lanza a México a los inicios de una jornada de muerte masiva de personas a manos del crimen organizado y de una serie de toma de decisiones políticas que hicieron sumirse a México en una profunda crisis social que volvió a acercar al PRI a la escena política.

Por primera vez en muchos años, el PRD ve casi materializada su gran oportunidad de llegar a la Presidencia. Lo más sorprendente: Gran parte de la sociedad Mexicana está dispuesta a darle una oportunidad al Partido que una vez apoyó al Ingeniero Cárdenas y que también, ya casi, llegaba al poder.
López Obrador es el Cárdenas de su momento y el apoyo social extendido hacia él es aplastante. Entonces sucede lo inexplicable y el PAN se convierte en el mismo monstruo que criticó y que había logrado extirpar del país. El PAN pone en marcha una campaña basada en el miedo y la búsqueda de la "paz" (sea lo que eso significara) justo como lo había hecho el PRI en ocasiones previas. Había que buscar una figura demoníaca que despertara en el imaginario colectivo los mismos temores que el Chupacabras o el EZLN en tiempos de Salinas de Gortari.
¿Cómo masacrar la idea democrática cuando un oponente se presenta sin armas pero con la boca llena de verdades aunque con una enorme pasión personal?
A los Zapatistas se les pudo satanizar por usar armas. A Obrador se le satanizó por una de sus características personales: Apasionado.
Entonces, el PAN inicia una masacre democrática de la conciencia Mexicana presentando sin pena alguna a un opositor como un abierto peligro para el país. Lo que ni el PRI había hecho, el PAN lo hace: Etiquetar  directamente de abierto riesgo a un oponente.

No estamos defendiendo a Obrador. Somos bastante apolíticos en este blog. Lo que es innegable es que el PAN no solo había iniciado la simbiosis con el PRI, sentado las bases de la "narco guerra" sino además, iniciaba una masacre ideológica contra la nación al satanizar más que al PRD o a Obrador, a la opinión pública de la sociedad cansada de gobiernos decepcionantes.

México había cambiado desde el año 2000 y esta vez no iba a dejar pasar 70 años para alzar la voz cuando un Gobierno le decepcionara y le causara opresión. Ya no. No podría ser. Se llama, de una u otra forma, madurez. Hay que aprender de sus errores en la vida. Las estadísticas mostraban que el PAN y el PRI no serían elegidos por voluntad popular en las elecciones del 2006. La pesadilla había comenzado para un grupo de empresarios y políticos: El pueblo podría darle la oportunidad a un sistema que no era el oficial. Carretadas de dinero podrían alejarse de sus manos y contratos millonarios verse perdidos.
Ahora no solo eran los políticos sino los empresarios ajustando los gatillos contra la voluntad popular.
El candidato presidencial que jamás haya contado con tanto apoyo de empresarios privados del país, mancharía de sangre a la nación durante los próximos 6 años pero eso, eso no importaba con tal de que cualquiera menos la voluntad popular tomara el poder.
Por primera vez en México, ya desde el 2006,sucedería lo mismo que en Estados Unidos en el 2009: Políticos y Empresarios se unirían para causar una terrible devaluación moral, económica y social contra la ciudadanía.

Las revueltas sociales y la inconformidad popular fueron aplastadas diciendo que una revolución no era conveniente en ese momento. Se decía que México gozaba de una enorme abundancia económica y que si otro Partido llegaba al poder entonces todo eso se iba a ir al caño. Se esparció el rumor de que México entraría en una profunda crisis porque Estados Unidos iba a retirar su apoyo comercial a la nación. Que la pérdida de empleos iba a ser fatal. Se introdujo incluso el fervor religioso y de decía que Calderón ya era cristiano, que se había hecho evangélico y que entonces, con la ayuda de Cristo, iba a hacer de México un país diferente. Se justificó el fracaso del PAN diciendo que el PRI no lo dejaba hacer nada. Que el PAN necesitaba más tiempo para mejorar la situación. Que no se podían cambiar 70 años de golpe. Que al menos el PAN ya estaba en el poder y que apostarle por el PRD sería un retroceso por su inexperiencia en la Presidencia. Que Obrador era un maniático. Que era primo lejano de Hugo Chavez y Fidel Castro y posible padre del Anticristo. Incluso se dijo que Estados Unidos pensaba invadir México si Obrador llegaba a la Presidencia. En resumen, que el Armagedón iba a iniciar si el PAN no mantenía el poder aunque gran parte de la sociedad ya no estuviera a gusto y de nuevo bajo la corrupción impunidad y cinismo de un grupo de políticos que presumían no ser como los de antes pero que, en la práctica, eran iguales e incluso peores que ellos. El llamado a la "paz" de nuevo dominó las mentes de la sociedad nacional.



2012. Era un 11 de mayo del 2012 cuando una de la Universidades más conservadoras del país fue precisamente el escenario para que el Candidato más fuerte que anunciara el regreso del PRI al poder de México fuera sujeto de un abierto rechazo público sin precedentes.
Con un EZLN desmantelado en tiempos de Vicente Fox, la política en México hacia mucho tiempo que no veía una nueva forma de espetar a una figura representativa del poder. Surge el movimiento "Yo Soy 132"
que se caracteriza por ser uno de los primeros movimientos sociales de alcance internacional en la era más moderna del país en oposición al PRI.


Yo Soy 132 marcó un ante y después en la historia de México junto con el Movimiento de 1968 pues logró poner la fuerza de la protesta social alejada de las manos de representantes políticos y puso los altavoces en manos de filósofos, estudiantes, escritores y críticos oponiéndose abiertamente al papel mediático de la Televisión y sus fuerzas motoras.

La toma de las calles es ofrecida a la sociedad no como una forma de daño o afectación (que muchos a favor del Gobierno se han encargado de presentar) sino como un recurso válido empleado en otros países y latitudes del mundo. Yo Soy 132 tiene una propuesta atrevida en toda la extensión de la palabra. Cree posible que el PRI no retome el poder de México Cree posible que la sociedad no permitirá que un antiguo verdugo vuelva a casa pidiendo tener relaciones sexuales y comida caliente en la mesa.

Sin embargo, la millonaria inversión para hacer de las televisoras un medio de convicción de voto a favor y la compra de votos en forma de tarjetas electrónicas; así como la creación de un ejército cibernético de apoyo al candidato oficial y de descrédito a los opositores ya había sido puesto en marcha y por primera vez en México se sucede una primera revolución democrática en los medios virtuales. Las redes sociales son una extensión de la nueva insurrección social que aún esconde su miedo de materializarse como en 1810 o 1910.

El fraude electoral de 1988 se repite pero es negado y neutralizado gracias a la pronta acción de las televisoras, los diarios oficialistas y el ejército cibernético que fue implacable contra cualquier opinión en contra. Supimos entonces que las nuevas generaciones de jóvenes priistas eran adoctrinadas con ideologías nazi y de superioridad racial.

Yo Soy 132 es rápidamente infiltrado una vez que el poder fue recuperado y se le asocia con el antiguo monstruo creado por el PAN en el 2006: Obrador, el PRD.
Las marchas son también satanizadas y señaladas como causantes de males entre la población.
Matar dos pájaros de una sola pedrada.

Cámaras ocultas, grabadores de audio escondidas en la ropa. Conversaciones expuestas en Televisión asociando a estudiantes con el "pinche loco" de Obrador , teléfonos residenciales y celulares intervenidos. Líderes estudiantiles comprados y seducidos por hermosas chicas y ofertas de televisoras que les proponen fama, sexo y dinero a cambio de renunciar a sus ideales. En poco tiempo, el movimiento había sido erosionado exitosamente desde dentro y desde fuera. El PRI daba muestra de que recordaba perfectamente 1968 y 1971 como si fuera ayer. Habían cambiado los actores pero las formas seguían casi intactas.

¿QUÉ PASARÁ DE NUEVO CON MÉXICO?

Y a mitad de su sexenio en este 2014, la clase político-empresarial con fragmentos del PRI, PAN y PRD que ahora domina a México con apoyo o vigilancia de grupos armados se sostiene en el poder pisoteando a placer a la sociedad a la que explotan, mienten y cinicamente desaparecen o siguen masacrando mientras se habla de "derecho", "aplicación de la Ley" y "protestar responsablemente" en los medios y conferencias internacionales sin que la Justicia llegue a miles de familias destruidas por una violencia inmisericorde y unas políticas económicas a beneficio de unos cuantos que incluso se dan el lujo de aparecer en las listas de Forbes o de millonarios selectos mientras los campesinos e indígenas apenas viven con menos de 50 pesos diarios asediados por ríos contaminados cuando que no por grupos criminales que los extorsionan y secuestran a sus mujeres a las que vuelven esclavas sexuales o convierten a sus niños en reclutas forzados con el apoyo de policías y militares corrompidos que son presentados como "casos aislados" en un país donde la masacre es cotidiana y se abraza de la impunidad en medio de largos discursos demagógicos acompañados de "ahora si" que nunca, desde 1968, han traído ningún cambio sustancial al país.

Como visto al inicio de este artículo, desde 1968 hasta este 2014 hemos visto la muerte en masa de más de 3 millones de muertos y desaparecidos. Simplemente desde el 2004 hasta 2014 hemos superado ya la muerte de personas alcanzada durante la Primera Guerra Mundial.
http://musicafeypensamiento-pensamiento.blogspot.mx/2014/11/yo-tambien-tengo-un-sueno.html

Todas esas muertes y la sociedad aún sigue pensando si debe o no haber una revolución social, un cambio radical de conciencia, un cambio de estrategia civil.

En este blog no estamos invitando de facto a un levantamiento armado pero creemos que es locura seguir esperando un cambio mientras seguimos haciendo las mismas cosas.

Ahora que las masacres de Tlatlaya y Ayotzinapa unidas al descontento de la comunidad estudiantil del IPN parecen haber despertado otra vez la conciencia social de un pueblo aplastado por quienes debieran de protegerle, surgen ya las campañas de miedo social.

Un Procurador que se dice "cansado" cuando no han pasado ni 3 meses de que recibió un caso grave de violencia contra la sociedad y la comunidad estudiantil del país. Un Presidente que invita a no usar la violencia para protestar y pide confiar en la aplicación de la Ley en base a las investigaciones en curso que llevan meses atascadas en medio de irregularidades, contradicciones y ninguna claridad al respecto mientras algunos expertos se lanzan a su defensa a ultranza como siempre, asociando el descontento social con comunistas, extranjeros, radicales y "violentos".
http://www.sdpnoticias.com/columnas/2014/11/16/el-desorden-social-no-para-y-crece-de-quien-es-la-mano-que-mece-la-cuna

¿Se aproxima una nueva toma de Ciudad Universitaria para romper la reciente y renovada unión entre Politécnicos y Universitarios? Uno de los fantasmas más temidos tiene en ascuas al mismo régimen que en 1968 reventó la alianza estudiantil a punta de bazucas y balazos. Finalmente, ya en el 2012 los Estudiantes probaron ser la piedra más incómoda en el zapato de quienes se aferran al poder con o sin razón.
http://www.sdpnoticias.com/nacional/2014/11/15/reportan-balacera-en-auditorio-che-guevara-de-la-unam-2-estudiantes-heridos
http://www.sdpnoticias.com/local/ciudad-de-mexico/2014/11/16/chocan-granaderos-con-jovenes-en-la-unam-video

De nuevo, la sociedad parece dividirse entre quienes dicen que aún no estamos preparados para un cambio social (no al menos que implique pérdida de empleos, tráfico para llegar a sus trabajos o mucho menos el uso de armas) y quienes dicen que las armas son la solución para terminar de una vez con tanta injusticia.

La sociedad parece dividida entre quienes dicen que marchar y protestar es perder el tiempo y dice que los que lo hacen son unos "pendejos" y "liosos" que no van a conseguir nada pues la cosas siempre van a ser así porque siempre han sido así, y entre quienes dicen que no debemos permitir que las cosas sigan siendo así aún si para lograrlo hay que levantarse en armas cueste lo que cueste.

No conocemos a ningún Mexicano desde el Norte hasta el Sur que no esté molesto por la situación del país. Nadie se dice satisfecho ni alegre de tanta injusticia ni muerte ni corrupción pero en cambio, una gran mayoría acepta que tiene miedo de perder sus empleos, sus propiedades y sus propias vidas o de sus familiares si un nuevo movimiento armado sucediera. Las teorías de lo que pudiera pasar si hubiera un movimiento armado son tan variadas como nuestras etnias y gastronomía:
  • Que si pero no porque los narcos podrían tomar el poder
  • Que si pero no porque no serviría de nada y volvería a suceder un Tlatelolcazo
  • Que si pero no porque Estados Unidos podría invadir el país con ese pretexto
  • Que si pero no porque algún grupo comunista (de quien sabe donde y de quien sabe quien) podría hacer que México se convierta en una nueva versión de Venezuela o de Cuba.
  • Que si pero no porque podríamos acabar como China con muchas restricciones como sociedad si algo así sucede.
  • Que si pero no porque no hay de todos modos en este momento un representante, un líder digno a quien entregarle la causa de México como una nación diferente.
  • Que si pero no porque deben dejarse de "mamadas" y mejor ponerse a estudiar y trabajar. Que al menos tenemos "paz" en comparación de otros países.
  • Que si pero no aún. Que debemos pensar una mejor estrategia.
  • Que si pero no porque de todos modos el mundo está igual en todos lados.
  • Que si pero no porque debemos mejor ponernos a pedirle a Dios por los políticos y narcos para que se arrepientan y entonces ellos solitos van a dejar de hacer las cosas que hacen.
  • Que si pero no porque...incluya su propia versión.

Lo cierto que es México está repitiendo de una manera claramente cíclica su historia.
Las semejanzas en diversos capítulos de nuestra historia son a veces aterradoramente coincidentes.
El mismo espíritu revolucionario, inconforme y anhelante de justicia social que fue considerado heroico en momentos primeros de nuestra historia como nación y de hecho, la base de nuestra independencia como una nación con identidad propia, es considerado hoy contradictoriamente sinónimo de fanatismo, radicalismo y estupidez. Las revoluciones no necesariamente tienen que ser armadas pero sin duda, tienen que ser manifiestas y existentes en una sociedad donde se jacte de cambios y mejoras.

Porque aceptar solo las revoluciones tecnológicas y empresariales pero negar las sociales nos acerca a un cúmulo donde somos reducidos a un montón de obreros masivos bajo la dirección de personas de traje que no pueden (según esto) equivocarse ni cometer injusticias. ¿Por qué? Porque visten traje y corbata. Porque tienen títulos enmarcados en dorado. Porque siempre ha sido así. Un dogma tan enfermo como el dogma católico de la edad media que decía que los Papas hablaban directamente la voz de Dios en la tierra. Eso es tan fanático como algunos grupos cristianos que no se atreven a poner en duda las enseñanzas de sus Pastores por temor de estar "pecando contra los <ungidos> del Señor".

Y en la sociedad sucede algo similar aunque todos se jactan de no creer en Dios o ser fanáticos como los religiosos. Si un empresario habla de "revolución" o "revolucionar" está bien. Si un banquero habla de "revolución financiera" o "revolución de los mercados" está bien. Si un director ejecutivo habla de "revolución de procesos" o "estrategias de mercado más agresivas" está bien.
Pero no se levante un grupo de 43 padres de hijos desaparecidos o de familiares secuestrados o de empleados explotados trabajando las 24 horas del día los 7 días de la semana por mejores condiciones de vida pidiendo revolucionar los pilares de la sociedad porque entonces algo está mal.

¿Será que en verdad los Mexicanos no estamos destinados a ser un mejor país?
Los empresarios e inversionistas extranjeros no opinan lo mismo. De hecho, creen que en un par de años más México será una nueva potencia comercial.
¿Será que en verdad los Mexicanos no merecemos una sociedad justa y libre como otros países en el mundo?
¿Será que esos miedos solo existen en nuestras mentes?

Las masacres en México seguirán sucediendo una y otra vez mientras sigamos teniendo miedo al cambio. Mientras dejemos que el miedo mine a nuestra propia capacidad de ser mejores personas, una mejor sociedad y apelar a un grupo gobernante más justo seguiremos viviendo del "ya casi", "ya mero", "todavía no es tiempo", "ahora si" y todas esas frases que nos decimos como auto-consuelo cada que permitimos que nuestros propios miedos nacionales (propios e infundados desde dentro y desde fuera) nos hagan creer que no merecemos un México mejor y que ya, nos "chingamos" porque pues, nacimos aquí. Pudimos ser europeos con sistemas de justicia un poco más mejores y condiciones de vida más digna pero no, nacimos Mexicanos y en automático pues, ya no hay nada que hacer salvo soportar los golpes, las humillaciones y nuestro destino inmutable que lleva en la frente un "siempre ha sido así" que cada vez nos ha hecho más insensibles a la muerte de cientos de niños y niñas, de hombres y mujeres que desaparecen todos los días en plena impunidad en el silencio de la noche que nuestro silencio e indiferencia les provee mientras una clase político-narco-empresarial se vuelve cada vez más cínica, más déspota, más cruel, más violenta y represiva sin importarle nada más que su propio ego y bienestar aún si para lograrlo deban de suceder una y mil masacres más ante los ojos de un país que grita y luego calla, que grita y luego calla sin poderse restaurar heredando a la generación siguiente la responsabilidad que no ha podido asumir mientras dice "un día todo va a cambiar".

Puede que no sea por las armas pero no debiera haber vuelta de hoja ya nunca más.
La sangre y los cuerpos putrefactos de tantos Mexicanos desaparecidos y muertos bajo la tierra que pisan diariamente nuestros pies no sabe cómo guardar más silencio.
¿Preferiremos seguir soñando pesadillas a despertar y contemplar nuestra terrible pero mejorable sociedad?
El tiempo y quizás un par de nuevas masacres más nos los dejen saber. Esperemos no sean ya muchas más.

Que no suceda en México lo que dice aquel chiste anónimo:
"-¿De qué se murió?-
-Se asfixió de las palabras que nunca dijo-"

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