lunes, 3 de noviembre de 2014

Yo también tengo un sueño


Acabo de leer un artículo del respetado blog de "El Cerebro Habla" que pregunta porque los ciudadanos nos hemos vuelto más violentos. Esto a raíz de los hechos sucedidos en Guadalajara, Jalisco en la famosa plaza de San Juan.

Como es característico suyo, El Cerebro analiza de una manera muy concienzuda y franca las realidades de nuestro país. Es imposible negar la verdad en sus escritos. Lo acertado de sus anotaciones. El Cerebro detrás de este Cerebro siempre ha sido así. Por eso sigo su blog con respeto y atención.

Curiosamente, apenas minutos atrás yo me encontraba haciendo una investigación personal del número de muertos y desaparecidos en nuestro amado México pues, dicho sea de paso, la prensa internacional nos ha dado un nombre vergonzoso y lamentablemente real a la vez: "El país de los desaparecidos".
Apenas unos años atrás este título le había pertenecido a nuestro hermano país de Chile por la tristemente célebre dictadura de Augusto Pinochet. No obstante, en México hemos rebasado cifras sobre cifras en tiempos record.

Mi investigación nació a raíz del reportaje que la prensa internacional bajo la compañía Telesur publicó en su página web a raíz de los recientes eventos en Octubre de este año con el también tristemente célebre caso Ayotzinapa en Iguala, Guerrero donde 43 estudiantes fueron salvajemente reprimidos, detenidos ilegalmente y entregados a un grupo criminal que, según declaraciones de un sacerdote y algunos testigos, los quemaron vivos (aunque a uno en especial lo desollaron del rostro a sangre fría) y luego los sepultaron en quien sabe dónde. El resto de la historia es sabida y baste buscar en Google "Ayotzinapa" para saber los detalles y, además, las irregularidades y babosadas de procedimientos que han seguido las acciones judiciales al respecto. Se resumen en que en más de un mes siguen desaparecidos e incluso, con tal de calmar los ánimos, alguien se atrevió a decir que "le dijeron que a lo mejor están vivos" jugando así con el dolor y angustia de sus padres y familiares.

Perdón, me distraje del punto. Entonces, bajo ese reportaje de Telesur se asomaron las más recientes cifras oficiales de desaparecidos tan solo desde que el nuevo sexenio tricolor empezó. El siguiente gráfico es elocuente por sí mismo:
(clic para ampliar)
Fuente:

Entonces, hilé ese mapa, con este otro mencionado por la cadena informativa CNN en español:
(clic para ampliar)

Pese a que el gráfico está basado no obstante en cifras oficiales (maquilladas pues) no deja de impactar pues tan solo la Guerra de Vietnam tuvo un saldo de 58,000 muertos. 
Si se toman en cuenta los datos de diversas ONGS más las alertas del servicio Alerta Amber entonces hablamos de más de 300,000 desaparecidos y 90,000 muertos solo en el sexenio de Felipe Calderón. 
Si sumamos los nuevos desaparecidos y muertos desde que inició el actual sexenio entonces la cifra se vuelve espeluznante: Poco más de 1 millón de muertos (el equivalente a los muertos de la Primera Guerra Mundial) sin, supuestamente, estar oficialmente en un conflicto bélico. 
Y el número de desaparecidos (sin contar a los no denunciados) eleva la cifra a casi 700,000.

¿Puedes volver a leerlo con calma reflexionando las cantidades?
1 millón de muertos y más de 700,00 desaparecidos.

Lo más impactante es que mientras estás leyendo este artículo, Alerta Amber ha reportado al menos la desaparición de entre 6 a 10 personas diarias a lo largo del país.

10 personas desaparecidas al día es igual a 70 personas a la semana que equivalen a 2,100 personas al mes que equivalen a 25, 200 personas al año.
Aún haciendo el cálculo conservador de 6 personas por día, hablamos de 15,120 personas desaparecidas al año.
En un país en reconocida acción de guerra el dato podría ser visto "normal". Pero ¿Qué pasa cuando estas cifras suceden en un país que, terminológicamente, sus autoridades dicen que no lo está?
Siendo francos, México no está en guerra. No al menos contra otro país. Aunque si consigo mismo parece.

Fuentes y referencias:


Y las 11 fosas de Iguala (donde los 43 Normalistas "gracias a Dios no estaban", aunque si estaban decenas de previos desaparecidos que, por cierto, quedaron sin identificar) nos dejaron ver que el número de muertos en México es exponencial contra cualquier cálculo oficial o que pareciera creíble, al menos "normal".

Por eso cuando mi respetado Blogger "El Cerebro" opinaba en su sitio sobre ¿Por qué nos volvemos más violentos los ciudadanos? yo respondí categóricamente.

Se llama resultados de la Doctrina del Shock sumados a los Pactos de Impunidad y hartazgo de la sociedad civil. No justifico nada pero ¿por qué cuando un político reprime/asesina/desaparece anticonstitucional y legalmente a un grupo de personas se dice que "aplicó la ley" o es "presunto responsable" (como dándole margen de error)? ¿Por qué cuando los ciudadanos expresan su enojo y frustración entonces se habla de "vandalismo", "rapiña", "desmanes"? 

No entiendo esta hipocresía nuestra como sociedad que venera a innegables rebeldes que forman parte de su acervo histórico y los llama "héroes" pero fariseicamente tacha a quienes muestran desacatos a los malos gobernantes en nombre, claro, de la "civilidad", "estado de Derecho", "educación", Ley, etc.

Según la acepción de la palabra, ¿no fueron Hidalgo, Allende, Morelos y el resto unos rebeldes? ¿No tomaron las armas y se levantaron contra un sistema opresor, injusto, violante de los derechos elementales de quienes los sostenían como poderosos?
¿No fue Zapata, Villa y las Adelitas precisamente revoltosos revolucionarios que usaron armas y no solo opinaron o debatieron sino que dijeron "ya basta" contra caciques injustos, malvados y opresores?
¿No fue Madero un insurrecto que se levantó contra un Gobierno tirano, insensible, corrupto, añejo e inútil para las causas reales del pueblo?
En serio, si todos ellos vivieran en esta época, ya hubieran sido reprimidos por granaderos, el ejército y cuanta fuerza existe so pena de "aplicar todo el peso de la Ley" y "mantener la paz pública".
En serio, ¿de dónde se nos da poner banderitas y hablar de héroes nacionales si el calificativo de "rebeldes contra sistemas corruptos y dañinos para el pueblo" nos incomoda, nos da pereza.

¿Qué se espera de la mujer golpeada cada noche por su supuesto esposo quien dice o dijo amarla el día que ella tome el valor de gritarle "¡ya basta desgraciado!" y al menos romper unos platos si aún no tiene el valor de enfrentarlo por completo.
¿Qué diremos? "¿Pinche vieja violenta?" "¿Por qué se rebaja a la misma altura que su abusador?" ¿Le pediremos "civilidad" y "apego a la Ley"?
¿Confiaremos en que su golpeador marido "un día..." (no sabemos cuándo) reflexione por si mismo y deje de hacerlo pese a que lleva ya más de 10 años en ello?

Hay que admitirlo Cerebro: Las matanzas del 68 y 71 dejaron un trauma evidente en la psique colectiva de México como Nación que, justo como una esposa golpeada y codependiente, no sabe cómo responder ya a las agresiones salvo echarse la culpa a sí misma justificando a su agresor y planeando eternamente el "pero un día" mientras cree enfermamente que es mejor recibir el golpe pero no quedarse sin techo o que es mejor recibir insultos pero "estar en paz por sus hijos".
Díaz Ordaz es reo eterno y causante directo de la aniquilación del espíritu revolucionario de México que desde entonces, como el elefante atado al cepo, teme rebelarse, cree que no puede, cree que es mejor y seguro no forzar su cadena. Pos al cabo que le llevan pastito y le dejan hacer dos que tres gracias de vez en vez en una pista donde sirve de burla y espectáculo.
¿Cuál fue el slógan de la campaña de Zedillo? "Yo voto por la paz"
¿Cuál fue el slógan de la campaña de Calderón? "Yo voto por un México unido"
El miedo al coco de la guerra y las desventajas de la rebelión siempre son maximizadas para que nadie haga ruido. "Pobres pero contentos", "Fregados pero en paz", "Sin zapatos pero nunca faltan frijolitos".

¿Por qué desde el 68 más del 90% de Mexicanos cree que no estamos listos para una rebelión armada o no?
¿Por qué desde el 68 más de la mitad de Mexicanos sigue creyendo que una rebelión sería "fatal", "desestabilizadora", "lo peor"?
Se llama Condicionamiento Operante y se llama Experiencia Postraumática.

Ya soportamos como país la matanza de cientos de estudiantes y civiles en el 68 en plena impunidad, fingimiento y resignación.
La cifra de muertos y desaparecidos nunca se supo ni se sabrá. Solo se estima en cientos.
Por eso a los Mexicanos no nos espantan los 50 muertos de Acteal en 1997
Por eso no nos espantan los 195 muertos de la matanza de San Fernando en el 2010.
Por eso a los Mexicanos no nos espantan 25 asesinados en Tlatlaya en este 2014.
Y menos nos espantan 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.

Nuestra psique colectiva están tan enferma y condicionada, insensibilizada ya al dolor y la muerte que solo la prensa extranjera ver con horror lo que a nosotros nos pasa mientras nosotros nos encojemos de hombros y decimos que "pues si pero ¿qué le hacemos?"
El trauma emocional de la psique colectiva Mexicana es innegable. El síndrome de Estocolmo a nivel sociedad es perceptible en varios sectores que aceptan incluso que la represión contra la protesta ciudadana es "necesaria", "justa", "apegada a Derecho".
Así como la madre enferma que sabe que su esposo se acuesta con su propia hija pero "Pues...¿qué hace?. "Ni modo que le diga algo. ¡Me rompe el hocico! ¿Irme de la casa? ¿Pos adónde? ¿Demandarlo? ¡Nos acaba de partir la madre!"
Así justo piensa un gran sector del país cuando ataca las marchas y protestas sociales. Cuando se queja en las redes pero no sale a las calles ("Ni que estuviera loco wey") y cuya característica común es que cree todo lo que ve en la Televisión o en diarios oficialistas.

¿Qué pasó con Mireles y las genuinas autodefensas? Ello si estaban controlando al crimen y se le dejó ir "toda la fuerza de la Ley". Los encarcelaron, los dividieron y los amansaron con toletitos y una placa de "autoridad legítima".
Más de mil efectivos y aquel "maestro" sigue subiendo vídeos a Youtube como el Werever o el Pulso de la República sin censura y sin que nadie le diga nada.

Pero eso si: Pinches ciudadanos desmadrosos que violan la ley y la paz pública. ¡Cabrones!
Si se organizan y portan armas para defenderse: malo. Son guerrilleros.
Si no se organiza y solo arman desmanes colectivos provisionales: malo también. Son pinches anarquistas.
Se vale que te pegue pero no te atrevas a pegarme.

¿No quieren armar otra revolución armada por miedo a perder trabajos y que al menos medio año el país se vuelva un desorden temporal con miras de beneficio al largo plazo?
Está bien. Apelemos a la razón y la civilidad y el orden y las formas democráticas y bla, bla, bla.
Pero la Revolución (incluso la Francesa) implicó de menos un par de fregadazos y todos dicen que de Francia y esa guerra vino la modernidad.
Una Revolución sin armas también es posible, también es válida. Solo digo que desde el 68 cada generación está esperando que la siguiente "ahora si haga algo porque ahorita no sería conveniente".
¡Pinche comunista revolucionario! No. Solo digo que la verdadera revolución intelectual (y hablar de revolución no es malo porque PRI significa "Revolucionario Institucional" que conste) nace del uso de la no violencia (como el Doctor Luther King o Ghandi) pero teniendo como base la MOVILIZACION y si, la rebeldía genuina de levantarse contra autoridades y gobernantes que usan la Ley para afectar a los ciudadanos o grupos de ciudadanos (como pasó en Alabama o en la India).
Si Malcom X, Luther King o Muhammad Ali no hubieran alzado la voz y además salido a las calles a mostrar su inconformidad, la emancipación de los afroamericanos estaría aún en espera de la "buena voluntad" de los blancos norteamericanos que estarían seguramente debatiendo, opinando y aplicando la "ley" a beneficio propio.
El movimiento del Black Power pacífico triunfó pese a los momentos del Black Power radical violento.

Los afroamericanos supieron ver el momento y dejaron de atacarse entre ellos criticándose por "insujetos" o "rebeldes".
Se unieron pacificamente sin disparar una sola bala y marcharon, salieron, alzaron la voz.
"I have a dream" es uno de los discursos más bellos acerca de la igualdad, la justicia, y el derecho de todos los seres humanos a vivir en un mundo sin violencia, sin ataque, sin muerte y odio.
Y en México, llevamos años enteros sin atrevernos a soñar. Nuestras experiencias sociales nos dan pesadillas. El trauma es innegable. Es posible sanar sin duda. Solo hay que querer ser sano.
Yo también, yo también tengo un sueño:
Que un día todos los Mexicanos de todos los Estados de esta hermosa tierra podamos salir a las calles sin el temor de ser desaparecidos, secuestrados, muertos, olvidados.
Que un día aparezcan esos miles de niños, señoritas, jovencitas y hombres que la tierra parece haberse tragado y que el profundo y terrible dolor de sus padres y familiares pueda terminar.
Tengo el sueño de que un día los que levantan armas y matan a sus hermanos Mexicanos creyendo que así son más, mejores o superiores desistan de sus armas y de sus actos viles que lejos de empoderarlos, los esclavizan.
Eres esclavo de quien obedeces. Sea por voluntad o por miedo al castigo.
Es mi sueño que los Mexicanos seamos esclavos de la justicia, de la verdadera paz, de la verdadera libertad.
Tengo el sueño de que un día podamos dejar de atacarnos defendiendo a estúpidos partidos políticos y políticos deshonestos y corruptos. Sueño que haya en un futuro a lo mucho, solo dos partidos políticos. No más.
Sueño que dejemos de ser noticia mundial por cientos de fosas e impunes muertos y desaparecidos. Sueño que volvamos a ser noticia por nuestra hospitalidad, por nuestros bellos pueblos y verdadera prosperidad.
Sueño que el malvado vaya a la cárcel y sea juzgado justamente. Porte corbata o una cuerno de chivo.
Sueño que el inocente sea liberado. De su injusta prisión, de su casa de seguridad o de su padrote y madrota.
Sueño que un día se apaguen todas las televisiones del país y leamos un libro. Al menos, nos miremos unos a otros y nos volvamos a descubrir.
Sueño que la sana rebeldía y la sana revolución despierten de nuevo en nuestras mentes y conciencias. No para matarnos unos a otros. Sino para ayudarnos a vivir mejor.

¿Aún crees que esto no te compete como Mexicano? Si no quieres ir a marchar o apoyar físicamente a los padres de 43 desaparecidos, tampoco te atrevas a llamar "flojos" o "revoltosos" a quienes si tienen el valor de salir a clamar justicia por sus hijos y familiares desaparecidos en plena impunidad. 

Por eso, como dice el artículo de Telesur, en efecto, México es ahora el país de los desaparecidos.
Por ello la pregunta más importante y constante que la sociedad debe de hacerse es esa precisamente:
¿DÓNDE ESTÁN?

No solo los 43 de Ayotzinapa. ¿Dónde están los casi 700,000 desaparecidos desde tiempos de Calderón (e incluso desde tiempos de Fox en el 2004 que fue cuando comenzaron las ejecuciones masivas ante el silencio de la prensa nacional)?
Porque si solo te dices a ti mismo "Pues yo estoy bien. No sé dónde estén los demás" entonces algo anda mal ya no solo en la sociedad sino también en ti mismo. Como Mexicano, como ciudadano de un país, como una persona simplemente.

Si crees que eso de marchar es para "liosos" y "mitoteros" al menos ora cada noche que esas familias encuentren paz y que sus desaparecidos puedan volver a casa y si no, al menos puedan ser localizados para recibir una adecuada sepultura y terminar así con la terrible incertidumbre de sus familias.
Y por favor, en serio, sin ser amargados ni pensar solo en lo negativo, recuerda que el hecho de que no te haya pasado a ti o a los tuyos, no significa que no esté pasando en tu país, a tu gente, a tu México.
Si no quieres ver el problema, no lo niegues pero tampoco ataques a los que lamentablemente están sufriendo.
En serio, no todo lo que ves y te dicen en tu Televisión es verdadero.

Piensa México, piensa.

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