lunes, 8 de diciembre de 2014

Desaparecer en México


Aunque diversas investigaciones señalan que poco más del 50% de mujeres desaparecidas son explotadas sexualmente en el país o fuera de este, un número importante de mujeres desaparecidas tienen como fin la muerte. Ninguna otra razón que satisfacer enfermos placeres de un o unos individuos que se han valido de la impunidad y el anonimato para convertirse en asesinos seriales y verdaderos verdugos de un importante sector de nuestra sociedad.

Las cifras más que para difundir amarillismo y pánico, debieran servir para concientizar a una nación entera que se encuentra bajo este flagelo.
Durante sexenios anteriores se llegó a minimizar el problema diciendo que se trataba de un caso aislado solo en una parte distante de la República (Juárez).
Incluso en su momento, bajo dudosos métodos, se encarceló a un hombre extranjero a quien se le señaló directamente como el autor intelectual y material de tantas muertes.

Teoría que se vino al suelo cuando, pese a estar en prisión, el número de mujeres asesinadas incluso se duplicó. Peor aún, el problema parece haberse duplicado en otro Estado: El Estado de México que se ha convertido en el segundo estado con mayor número de mujeres reportadas desaparecidas con mayor impacto mediático.

El ascenso al poder de Vicente Fox y su indiferencia al tema trajo una nueva etapa de feminicidios en el norte del país.
Los feminicidios dejaron de ser exclusivos de Juárez para comenzar a regarse al resto de Estados y poblaciones colindantes aunque aún bajo el silencio de autoridades quienes consideraron que era algo pasajero. La triste realidad es contraria y de hecho aplastante: Más de 2,000 niñas desaparecidas en Juárez desde 2013

La llamada "guerra al narcotráfico" patentada por el ex Presidente Felipe Calderón añadió una nueva cara al fenómeno pues el número de feminicidios se triplicó y no solo a nivel regional sino a lo largo y ancho del país.

El número de homicidios dolosos contra mujeres vino en aumento por razones como:
1. Un mayor número de mujeres inmiscuidas en actividades del narco tráfico. Sea de manera voluntaria o forzada, muchas mujeres en diversos estados del país fueron convertidas en "halcones" o "ganchos" para atacar e infiltrar a grupos contrarios. En círculos criminales las mujeres se convirtieron en un target del mismo modo que los hombres.
2. Un aumento de hombres en grupos criminales derivó en un aumento de mujeres secuestradas con fines sexuales: Esclavas sexuales o actos plenos de violación.
3. Un aumento de impunidad en asesinatos clandestinos derivó en un aumento de actos violentos contra esposas y novias por parte de sus esposos y parejas.
4. Un aumento de impunidad en maltrato femenil derivó en un aumento de asesinatos directos por parte de parejas o exparejas.
5. El aumento de impunidad y falta de seguimiento de todos los casos anteriores derivó en una nueva ola de delincuencia enfocada a la trata de mujeres.
6. El aumento de impunidad y falta de seguimiento de cientos de casos de secuestro, extorsión y desaparición forzadas derivó en una muy focalizada mafia con fines de turismo sexual extremo que tiene como único fin el proveer de mujeres a grupos selectos de clientes (nacional y extranjeros) que pagan fuertes cantidades de dinero por completar actos de pedofilia o sadismo contra mujeres y niños.

La "guerra" de Calderón fue el golpe al panal que hizo que las abejas criminales y sus actividades de este tipo se expandieran a otros sitios y lugares donde la actividad ha tomado cifras sin precedentes e incluso alarmantes. Se estima que tan solo en el periodo 2012 a 2013 entre 6 y 7 mujeres fueron asesinadas DIARIAMENTE en México.
La cantidad de casos de secuestro y desaparición ha ido de la mano de una serie de asesinatos de mujeres de manera constante.

Veracruz, conocido por la belleza de sus mujeres, se ha sumado tristemente a la fila de Estados donde los feminicidios son una constante sin resultados de ninguna autoridad

Organizaciones civiles han denunciado y advertido incluso de patrones en el perfil de las mujeres seleccionadas como víctimas:
Delgadas, morenas, entre 12 y 25 años, con cabello largo y de facciones comúnmente finas o estéticamente "bonitas".

El exponencial caso de desapariciones en México coloca incluso a la capital (D.F.) en el top de los 5 lugares donde más sucede este tipo de actos.
El Estado de México tiene en Ecatepec uno de los puntos más críticos de desaparición de niñas y jovencitas donde lamentablemente muchas familias no han vuelto a saber nada de sus hijas salvo que no volvieron a casa.
El discurso político ha caído en tierra ante la serie de casos que no cesa sino que incluso, parece desarrollarse cada vez más, con mayor impunidad y mayor cinismo.

El año 2014 ha sido así mismo el año con el mayor número de desapariciones en fechas recientes según la Institución Oficial encargada de llevar estas estadísticas

El tema se ha complicado cuando organizaciones civiles nacionales y extranjeras señalan cada vez más la colusión existente entre Instituciones del Estado y grupos criminales detrás de estas olas de desapariciones. Es decir, las Instituciones encargadas de brindar seguridad y paz a la sociedad son precisamente las que están llenándola de dolor y temor.

Hay un extraño patrón que está marcando las cientas de desapariciones de mujeres en México: Machismo perverso. 

Un grupo de individuos o una complicada red de individuos llevan años desapareciendo jovencitas y mujeres en México.
La racha de feminicidios originalmente nacida en Ciudad Juárez desde 1992 han dado pie a lo que parece ser una cada vez más compleja red de individuos que secuestran mujeres con no otra intención sino abusar de ellas sexual y psicologicamente para finalmente asesinarlas.
Los recientes casos de jovencitas desaparecidas en el Estado de México, Michoacán y otros Estados vuelven a confirmarlo.

Los familiares no reciben llamadas para pedir dinero. Las jovencitas simplemente son desaparecidas y llevadas a lugares desconocidos. En otros casos, las jóvenes vuelven a tener un contacto escueto donde aseguran irse por su propia voluntad y piden misteriosamente no ser más buscadas ni molestadas evidentemente bajo amenazas y engaños de sus enganchadores o captores.
Por respeto a las familias y víctimas los resultados forenses pocas veces son dados a conocer pero en muchos casos se ha encontrado vestigio de violación.
En un intento por complicar las investigaciones o como acto de mera barbarie, los cuerpos presentan mutilaciones y heridas contundentes en diversas partes de su rostro y cuerpo.

El machismo detrás de estos eventos es irrefutable. Se trata de personas principalmente del sexo masculino con una fuerte tendencia a violentar a la mujer.
Son personas con un perfil que va desde un anónimo y discreto pervertido sexual hasta elaborados psicópatas que se organizan con otros para cometer sus fechorías que usan discretas y complejas claves
para hablar entre ellos o para ocultar sus actividades valiéndose principalmente de Internet como un centro de enganche o de distribución.
La trata de personas y el tráfico de órganos han encontrado en este momento un espacio propicio en México para avanzar sin control. Algo además terrible: En más del 60% de los casos, el agresor ha sido el propio esposo o novio.

Pero el otro lado del machismo se esconde detrás de canciones de ritmos juveniles que, disfrazados de fiesta o romance, promueven con letras y vídeos sugerentes que supuestamente las mujeres solo son objetos cuyo principal fin es el disfrute sexual del hombre. Desde las notas pegajosas de una canción Reggaetonera que asegura que a ella hay que someterla y darle "caña" hasta los corridos que disfrazan el adulterio, la criminalidad y la explotación sexual como "diversión" y "hombría". La TV, el radio, los medios y la mayoría de la publicidad han convertido a nuestros hombres en machos. Animales instintivos que solo busquen satisfacerse a ellos mismos a costa y encima de cualquier mujer olvidando que sus madres y hermanas así como hijas también son mujeres dignas de respeto, amor y cuidado. Esta es una advertencia muy grande para México pues quien mata a su niños y mujeres está condenado a matar su propio futuro y sensibilidad. Nada de ello sucede sin terribles consecuencias para todos. Absolutamente para todos.

El machismo perverso que ejecutan diariamente esposos, novios, parejas e incluso hijos contra sus madres, esposas, hijas y hermanas es constante, lamentable y con consecuencias sociales que lastiman al país en una cultura donde la mujer sigue reducida a obedecer, "coger" y quehacer ante la indiferencia de instituciones y la sociedad misma.

Las personas que escuchan en las noticias sobre las marchas en pro de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa no alcanzan a comprender la magnitud del clamor general si solo se limitan a conocer la información que los medios oficiales les ofrecen a la vez que ocultan o maquillan datos tan terribles como los antes expuestos. Y es que, no se puede permanecer indiferente ante la desaparición de más de 50,000 personas. México mismo está desapareciendo con ello.

Esa es una de las razones por la cual las marchas y protestas por los 43 de Ayotzinapa es apenas el detonante. Los 43 son apenas un símbolo de este mal creciente y que azota al país desde mitades del sexenio de Vicente Fox y que tuvo un escalofriamente aumento con el sexenio de Calderón y que ahora, bajo un Gobierno que se ofertó a sí mismo como de cambio, no cesa sino que incluso parece estar aumentando el número de casos en periodos de tiempo más cortos que sus predecesores.
Aunque se observa una abierta tendencia de desaparición de personas en América Latina (cosa que pareciera especie de si discreto exterminio), la verdad es que México ocupa un primer lugar nada ostentable.

Es por ello que resulta difícil simplemente tratar de "superarlo" como ofreció recientemente el máximo representante del Poder Ejecutivo de la Nación.
No se trata solo de 43 desaparecidos. Se trata de generaciones completas de Mexicanos que están siendo sujetos de exterminio total.
Pueblos y ciudades enteros han sido barridos hasta quedar como poblados "fantasma".

La vida de miles de familias mexicanas ha sido literalmente destrozada dejando viudas, huérfanos y solos a cientos de Mexicanos que ya no volvieron a sonreír por la ausencia, por el constante dolor de no saber si su familiar está vivo o muerto. Si está en el país o si está en otro punto del mundo. Si está con hambre o si ya comió. Si ha podido ser sepultado o si sus restos forman parte de un llano, de una fosa clandestina con sus restos mezclados de otros más.

Así que la próxima vez que creas que el clamor de 43 solo habla de ellos, debes recordar que el hecho de que gracias a Dios no te haya pasado a ti, no significa que no pueda pasarte o a uno de los tuyos.
Hay personas que dicen que como no entienden el dolor de las familias de los desaparecidos no pueden unirse al clamor de justicia. Dan gracias a Dios porque a ellos no les ha pasado pero dan la espalda a quienes si.
El dolor de una desaparición es grande, terrible y constante.
Cada desaparecido en México en efecto desaparece una parte de nosotros como nación, como ciudadanos, como personas.
Un reciente artículo del diario inglés The Telegraph muestra la escala de desapariciones a un nivel que corta la respiración y hace un nudo en la garganta.


Así como no necesitas esperar hasta que un familiar tuyo muera para consolar a tu amigo cuya madre ha muerto ni tampoco necesitas estar enfermo en cama para apiadarte de quien lo está, así tampoco necesitas experimentar el dolor de un desaparecido para mostrar respeto y bondad hacia quienes hoy buscan entre la luz y las sombras.
No dejemos que el dolor y la exposición a tanta violencia nos hagan fríos, duros e insensibles. Sobre todo perder ese valioso valor llamado EMPATÍA que nos hace ponernos en los zapatos de otros para tratar de comprender sus razones, sus pensamientos y sentimientos como si se tratara de los nuestros.

No abandonemos a nuestros hermanos Mexicanos en la complicidad de nuestros silencios, de nuestra apatía, de nuestra voltear la espalda a quienes más que dinero, claman principalmente por JUSTICIA.
Tan asesino es quien arrebata la vida a otro como quien atestigua esto sin inmutarse pudiendo hacer la diferencia. Si no puedes apoyar con una marcha, apoya distribuyendo los avisos de personas extraviadas o desaparecidas. Siempre hay alguien que podrá ver ese anuncio en el momento adecuado.
Si no puedes apoyar ni marchando ni distribuyendo, ofrece una oración sincera por esas personas ausentes, por sus familias, por su futuro y su vida presente.
México, no des la espalda a tus niños y mujeres que están clamando por la misma vida que tú recibes cada mañana junto con los tuyos y que, lamentablemente, están desapareciendo en el oscuro silencio de nuestra historia e indiferencia.

NO PERMITAS QUE MÉXICO SIGA DESAPARECIENDO.

HAZ QUE DESAPAREZCA MÁS BIEN TU INDIFERENCIA AL DOLOR DE LOS DEMÁS.

NO DESAPAREZCAS TÚ TAMBIÉN.

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